Galletas caseras con un toque a vainilla: receta de repostería rápida de hacer
Las galletas caseras son ideales para merendar en la tarde y eliminar la ansiedad. Tanto a los abuelos como a los niños les encantarán… ¡A cocinar!
Las galletas son un postre que siempre encaja y que no requiere de ingredientes complicados. Precisamente, la galleta de mantequilla con un toque de vainilla es una presentación básica. Este alimento fue creado hace unos 10.000 años por pueblos nómadas. De esta manera, las personas podrían realizar largos viajes y contar con un producto que les proporcionará energía. Hoy en día, siguen cumpliendo la función de tentempié para contrarrestar el apetito.
Esta receta de galletas solo requiere de base mantequilla y harina de trigo. A partir de esa mezcla, se le pueden incorporar un sinfín de ingredientes. Chocolate, leche, mantequilla de cacahuete, mermelada, entre otros. Lo importante de esta preparación es evitar a toda costa que la masa se humedezca. Este es precisamente el secreto de la galleta entendiendo que su consistencia debe ser dura y seca.
Las galletas son excelentes para complementar la alimentación habitual. A pesar de su alto contenido en grasas, son mucho más saludables que otras golosinas. Además, es muy positivo el hecho de que con muy pocas cantidades logren la sensación de saciedad. Consumirlas de vez en cuando y en cantidad moderada, no debe romper el régimen alimenticio habitual. Por supuesto, sus ingredientes aportan una pequeña cantidad de proteínas, vitaminas y minerales. A continuación, verás lo sencillo que es preparar esta receta… ¡Sigue leyendo!
Ingredientes:
- 300 gramos de azúcar
- 340 gramos de mantequilla
- 280 gramos de harina de trigo
- leche
- 2 huevos
- 5 gotas de esencia de vainilla
Cómo preparar galletas caseras con un toque de vainilla:
- Partir los dos huevos y tomar las yemas.
- Mezclar detenidamente la harina de trigo y la mantequilla en un bol.
- Incorporar a la mezcla de la masa el azúcar y las yemas de huevo.
- Añadir a la masa la esencia de vainilla y leche hasta que la mezcla deje de adherirse en las manos.
- Precalentar el horno de cocina a 150 grados centígrados.
- Moldear las galletas con un grosor intermedio.
- Engrasar una bandeja para hornear y colocar un poco de harina.
- Colocar las galletas con cierta separación entre ellas.
- Hornear las galletas durante unos quince minutos o hasta que doren.
- Sacar las galletas y dejar reposar durante unos 10 minutos antes de consumir.
La leche se agrega hasta que la masa tenga la consistencia adecuada. Es por eso que no se establece una medida exacta de este ingrediente. El resultado son unas exquisitas pastas que harán las delicias de todos en casa, grandes y pequeños. Y que pueden tomarse a cualquier hora.
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