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Arroz con leche de Karlos Arguiñano: postre clásico

Arroz con leche de Karlos Arguiñano: receta tradicional con un toque casero irresistible. Te dejamos aquí el paso a paso, no dejes de probar.

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  • Francisco María
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Entre los postres de toda la vida, el arroz con leche ocupa un lugar especial en la memoria de muchas familias. Es sencillo, reconfortante y tiene ese sabor que nos transporta a la infancia, cuando el olor a canela y limón llenaba la cocina. En manos de Karlos Arguiñano, este clásico adquiere su mejor versión: un postre cremoso, suave y lleno de ese toque casero que lo hace irresistible.

La receta de Arguiñano conserva la esencia de la cocina tradicional: pocos ingredientes, pero mucho mimo. No hay secretos imposibles ni técnicas de chef, solo paciencia y buenos productos. El éxito de este postre depende de algo tan simple como dejar que el arroz se cocine despacio, sin apuros, para que absorba bien la leche y logre esa textura espesa que tanto gusta.

La receta

Para prepararlo, Karlos parte de una base muy sencilla: arroz redondo, leche entera, azúcar, canela y piel de limón. A veces añade una cucharadita de mantequilla o una ramita de vainilla para darle un aroma extra, aunque nunca le roba protagonismo al sabor clásico. Primero, el arroz se hierve unos minutos en agua para que suelte parte del almidón. Luego se escurre y se pasa a una olla con leche caliente, junto con la canela y la piel del limón.

A partir de ahí, el truco está en la calma. El fuego debe ser bajo, y el arroz hay que removerlo a menudo para que no se pegue y vaya soltando su almidón natural. Esa cocción lenta, que puede parecer eterna, es precisamente lo que convierte un postre simple en algo especial. Cuando la leche empieza a espesar y el grano está tierno, se retira del fuego, se añade el azúcar y se deja reposar unos minutos para que el sabor se asiente.

Una rica terminación

Arguiñano suele servirlo espolvoreado con canela en polvo, aunque algunos prefieren cubrirlo con un poco de azúcar caramelizada al estilo asturiano, que le da una capa crujiente y dorada. Se puede disfrutar tanto templado como frío, y cada opción tiene su encanto: caliente reconforta, y frío resulta fresco y suave, ideal para el verano.

Nutrientes

Además de delicioso, el arroz con leche es un postre bastante nutritivo. Aporta energía, proteínas y calcio, sin necesidad de ingredientes costosos ni difíciles de encontrar. Es el ejemplo perfecto de que la cocina sencilla, cuando se hace con tiempo y cariño, puede ser pura magia.

Conclusión

Más allá del sabor, este postre representa el espíritu de la cocina de Karlos Arguiñano: platos hechos con alegría, sin complicaciones, pensados para compartir. Prepararlo es casi un ritual doméstico, una forma de detener el tiempo y disfrutar del proceso. Al final, ese aroma que se queda en la casa vale tanto como el propio postre.

Información suplementaria

Tiempo de preparación: Entre 50 y 60 minutos, incluyendo la cocción lenta y el reposo.

Porciones: 6 raciones generosas.

Información nutricional (por porción):

Calorías: aprox. 230–250 kcal

Proteínas: 6 g

Grasas: 7 g

Hidratos de carbono: 38 g

Azúcares: 20 g

Fibra: <1 g

Calorías totales del postre completo:
Entre 1.400 y 1.500 kcal, según la cantidad de azúcar y el tipo de leche utilizada.

Tipo de cocina: Tradicional española (repostería casera).

Tipo de comida: Postre o merienda. Ideal para servir templado o frío, con un toque de canela o azúcar quemado por encima.