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¿Cómo se llama el casco de los tercios españoles? La RAE tiene una palabra para nombrarlo, pero casi nadie la conoce

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Una cosa maravillosa del español es que tenemos palabras para definir cosas muy concretas. Por ejemplo, entre los cascos medievales europeos el nuestro destacó por tener una forma muy particular. Y lo mejor de todo es que la Real Academia Española (RAE) lo describe con un término: morrión.

Pese a su importancia histórica y pese a ser un símbolo de los tercios españoles, el morrión es desconocido para la mayoría de las personas. Preferimos utilizar expresiones como casco medieval o casco de los tercios, que son más inexactos.

Desde el punto de vista de la armadura de los tercios, la RAE lo define como la parte que cubría la zona superior de la cabeza, y que en lo alto solía tener plumaje o algún adorno.

La RAE define con una palabra exacta al casco de los tercios españoles: no es un yelmo

La RAE define el morrión como una armadura en forma de casco, que cubría la parte superior de la cabeza y que en lo alto solía tener un plumaje o adorno.

También recoge otros usos posteriores del término, pero el histórico es el más relevante. A diferencia del yelmo medieval clásico, el morrión dejaba el rostro descubierto, lo que facilitaba la respiración y el campo de visión en combate.

Este casco apareció en el reino de Castilla y se popularizó a finales del siglo XV como evolución del capacete. Su forma era ligeramente cónica y contaba con una cresta central, a veces afilada, diseñada para hacer resbalar los golpes.

Además, incorporaba alas anchas, levantadas por delante y por detrás, que protegían la nuca, las orejas y parte de la cara frente a los ataques verticales.

La RAE lo ha reconocido: es el casco de los conquistadores españoles

Aunque hoy se asocia casi exclusivamente a los tercios españoles del Siglo de Oro y a los conquistadores de América, el morrión fue mucho más que un símbolo.

Formaba parte del equipo defensivo habitual de piqueros y arcabuceros, ya que combinaba protección y ligereza. En su interior llevaba un sistema de correas cruzadas, que amortiguaban los impactos y permitían una mejor ventilación.

Su diseño no era casual. La forma de media almendra ayudaba a desviar los golpes de espada o lanza, mientras que las alas casi horizontales impedían que los ataques descendentes alcanzaran zonas vitales como el cogote

Por este motivo, incluso caballeros y personajes notables lo utilizaban, pese a no ser un casco cerrado. Con el tiempo, los mosqueteros dejaron de emplearlo y lo sustituyeron por el sombrero chambergo, más adecuado para el uso de armas de fuego.

Aun así, el morrión siguió siendo uno de los elementos más reconocibles del ejército español durante los siglos XVI y XVII. Por ello, es de vital importancia que la RAE preserve la palabra.

El casco español, que todavía sobrevive en un ejercito profesional europeo

Aunque su origen y popularidad están estrechamente ligados a España, el morrión no fue exclusivo del ámbito hispano. Se utilizó en buena parte de Europa durante los siglos XVI y XVII, adaptándose a distintos ejércitos y tradiciones militares.

Con el paso de los siglos, el término morrión amplió su significado. Desde principios del siglo XIX, también se empleó para designar el chacó, una prenda militar cónica, sin ala y con visera, usada en ejércitos modernos. Este uso figura igualmente en el diccionario de la RAE.

Hoy el morrión ya no está en los campos de batalla, pero sigue presente en la indumentaria de uno de los ejércitos más famosos del mundo: la Guardia Suiza del Vaticano.