Zidane se sale con la suya y se quita de encima a Lucas Silva

La operación salida en el Real Madrid sigue su curso. Tras la marcha de Cheryshev, Burgui -en forma de cesión- y Omar Mascarell, Lucas Silva será el siguiente en hacer las maletas -también a préstamo.

El Sporting de Portugal es el destino elegido por el club blanco y el futbolista para seguir creciendo -el año pasado jugó en el Olympique de Marsella- y así cambiar la opinión de un Zidane que no le quería «ni en pintura».

Según el diario deportivo por excelencia en el país vecino, A Bola, el acuerdo entre todas las partes se cerrará en los próximos días. Tan sólo faltaría por saber si esta cesión incluye opción de compra para el conjunto luso.

Además añaden desde el citado medio que el propio jugador ya está en la capital portuguesa para pasar el pertinente reconocimiento médico y firmar así el contrato que le vinculará con los leones la siguiente temporada.

Una losa de 14 millones

Lucas Silva llegó al Real Madrid en el mercado de invierno de 2015 procedente del Cruzeiro brasileño a cambio de 14 millones de euros. En su presentación, Florentino Pérez le encumbró a los altares del planeta fútbol y eso le pesó como una losa: «La búsqueda del talento, de la calidad y del esfuerzo es la que nos ha llevado a incorporar a nuestro equipo a un jugador con un gran potencial de presente y de futuro, procedente de una tierra donde el fútbol es una religión».

«Hoy llega a nuestro club con todas la ganas del mundo uno de los mejores centrocampistas de Brasil», sentenció el presidente blanco sin saber lo que se le venía encima.

454 minutos disputados en esta mitad de temporada por el último fichaje de la era Ancelotti, hacían preveer que Benítez no contaría con sus servicios en su nuevo proyecto. Y así fue, por lo que desde el principio de verano pasado se le buscó una cesión que finalmente -entre ofertas de todo Europa- fue a parar al Olympique de Marsella.

Un calvario con Míchel de testigo

La adaptación de Lucas Silva a Francia tampoco fue fácil. El sueño de su salto a Europa se estaba convirtiendo en pesadilla a pesar de un buen arranque de campaña con el exmadridista Míchel como entrenador.

En las últimas jornadas de 2015, el natural de Bom Jesus de Goiás desapareció de las alineaciones del Olympique, tanto que estuvo más de mes y medio sin ser titular de inicio. El último día del mercado de fichajes invernal, la entidad marsellesa negoció su salida al Anderlecht belga. A pesar de que ambas partes estaban de acuerdo, el brasileño se negó y este fue el principio del fin para él.

El problema de este no provocó que el presidente del club galo, Vincent Labrune, obligara a Míchel a apartarlo del equipo. Durante las siguientes semanas Lucas Silva vivió un calvario, llegando incluso a ser obligado a bajarse del autobús cuándo se disponía a hacer un viaje junto a sus compañeros.