10 puntos para el alirón

Después de la sufrida victoria ante el Valencia (1-2), las cuentas del Real Madrid para ser campeón de Liga están claras: conseguir diez de los doce puntos que tiene todavía en juego, ya que le queda un partido más que su rival por la misma, el Barcelona.

El también triunfo azulgrana en el derbi catalán (0-3) dejó la clasificación tal y como estaba antes del comienzo de esta jornada 35. Los 81 puntos que ahora suman los dos únicos candidatos al título están supeditados al encuentro aplazado de más que tienen los blancos entre la penúltima y la última fecha.

Antes el próximo sábado se disputará la primera de las finales en dos escenarios. Esta vez será el Barça el que juegue antes (18:30 hora peninsular) frente a un contrincante como el Villarreal que tiene la Europa League en su mano en el Camp Nou. Mientras, el Real Madrid visitará a continuación el Nuevo Los Cármenes de un Granada que ya está descendido a Segunda División (20:45 horas).

La penúltima jornada (domingo 14 de mayo) en la que aún está el horario por determinar ya que seguramente sea unificado en los equipos en los que se juegan algo, los blancos recibirán al Sevilla en el duelo más difícil que tienen ya que su rival puede estar luchando por la tercera plaza. Los culés por su parte visitarán el Estadio de Gran Canaria de un Las Palmas en caída libre y con un polvorín en el vestuario.

Balaídos, el factor clave

En la siguiente fecha intersemanal, el Real Madrid disputará el partido aplazado ante el Celta de Vigo en Balaídos. Será el miércoles y después de la estratagema del alcalde de la localidad gallega en febrero, los madridistas podrían cantar el alirón si el Barça se hubiese dejado algún punto por el camino.

Sin embargo, si no se cumple este pronóstico todo se decidirá en Málaga y Barcelona, respectivamente el 21 de mayo. El conjunto blanco visita La Rosaleda de un equipo que entrena el ex madridista Míchel y del que tanto se ha hablado estos últimos días, mientras que el Barcelona recibe en el Camp Nou a un Eibar ya seguramente sin ningún objetivo en juego.