La maldición del escudo de campeón del mundo se ceba con el Real Madrid

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Cristiano se lamenta con Kroos de fondo. (AFP)

Con forma medieval, de color dorado y con la inscripción FIFA World Champions además de la silueta del trofeo. Sí, estamos hablando del escudo que lleva el Real Madrid en la parte anterior derecha de la camiseta desde que el pasado 18 de diciembre de 2016 se proclamara campeón del mundo.

Pues bien, la escarapela maldita ya está haciendo de las suyas en poco más de un mes en las elásticas merengues, tal y como se ha empezado a demostrar con el adiós al primero de los tres títulos en juego, la Copa del Rey.

La llamada cuesta de enero comenzó a ejemplificarse con las lesiones de dos pesos pesados como Kovacic y Lucas Vázquez, sumadas a las molestias de Sergio Ramos y Pepe. Sin embargo, las contundentes victorias ante el Sevilla en la ida de octavos de la ya mencionada competición del K.O y frente al Granada en LaLiga contrastaban con el inicio del cetro internacional en 2015.

Por aquellas fechas, Carlo Ancelotti era el entrenador del Real Madrid y el desplome fue más que evidente desde el primer partido post-Mundial de Clubes. Un amistoso perdido ante el Milan era el precedente de lo que se le venía encima: fin a una racha de 22 victorias oficiales consecutivas, arrivederci a la Copa en octavos, sufrimiento en la Champions hasta semifinales y pérdida de cinco puntos de ventaja en la antigua Liga BBVA para terminar con una temporada natural en blanco.

Más lesiones y fatalidades

Después de los dos citados triunfos ante conjuntos andaluces, tocaba visitar el Sánchez Pizjúan por partida doble. En el primero de los dos enfrentamientos en territorio comanche, el Real Madrid de Zidane logró sacar un empate in extremis que les clasificaba para la siguiente ronda de la Copa del Rey, eso sí con otro once de circunstancias por las nuevas bajas de James e Isco -además del descanso de Cristiano.

Tan sólo tres días después y con la resaca de la celebración de Sergio Ramos a los ultras hispalenses, el conjunto blanco terminaría con su racha de 40 partidos invictos de la manera más cruel: con una remontada en los últimos minutos iniciada con un gol en propia puerta del capitán madridista.

Sin tiempo para recuperarse del varapalo sufrido, otro revés vendría en la ida de cuartos de Copa y además en el Bernabéu. La derrota ante el Celta de Vigo dejaría además la noticia previa de la lesión de Carvajal que se sumaba a una enfermería llena.

La siguiente victoria frente al Málaga en LaLiga dejaría otros dos percances de Marcelo y Modric, que no hacía más que presagiar lo que pasaría este miércoles con el adiós de forma definitiva al triplete por culpa, entre otras cosas, al escudo maldito.

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