Vicente Gil: «¿Ha engañado Sánchez al PP con el CGPJ?»
Día 2 del famoso pacto entre PP y PSOE sobre el CGPJ. El PSOE ya empieza a poner pegas y a matizarlo, como era de esperar. Como siempre ha hecho.
Félix Bolaños ha dicho que el acuerdo firmado con Pons no les obliga para nada a reformar el sistema de elección de los jueces y que el informe que emita el nuevo CGPJ no será vinculante. Bolaños ha dejado claro que el PSOE no quiere cambiar el sistema actual y que, en todo caso, será el Congreso, o sea ellos, el PSOE con su mayoría ultra, independentista y filoetarra los que decidan cómo elegir a los jueces en el futuro.
A primera hora de la mañana, Feijóo, con Jiménez Losantos, ha amenazado con bloquear el pacto en el Congreso. Tres horas después, Feijóo, con Ferreras en La Sexta, ha reconocido que lo que firmó González Pons no incluye, efectivamente, aceptar al 100% el informe que emita el CGPJ. Que lo que es vinculante es que haya un informe. Con lo cual, sabiendo que este Gobierno se pasa los informes consultivos por el arco de triunfo, hará lo que le dé la gana con sus socios.
Cierto es que, en ese caso, Sánchez y su gobierno quedarán retratados ante Europa como argumenta el PP. Pero cierto es también que las cosas de palacio van despacio en Bruselas y que, mientras tanto, Sánchez y su banda pueden seguir haciendo y deshaciendo como les da la gana. Ganan tiempo para seguir en el poder.
Feijóo también ha dicho hoy que si Sánchez no cumple lo pactado bloquearán el acuerdo en el Congreso. Yo apuesto a que el PP lo terminará votando por la misma razón que ahora lo ha firmado: para no parecer que son ellos los que bloquean.
Feijóo dice que Europa se le echará encima a Sánchez si no cumple. Igual esto de Europa impresiona mucho a Sánchez. Ahora bien, sinceramente, yo creo que no. Yo creo que, al inquiokupa de la Moncloa, de Europa sólo le interesa la pasta de los fondos.
Sánchez sabe que Europa eterniza sus procedimientos y que, para cuando quiera decir hacer algo sobre el Poder Judicial o la amnistía, habrán pasado meses, sino años. Es verdad que la semana que viene ha de publicarse el Informe sobre la situación del Estado de Derecho en la Unión, con capítulo de España, y que ello puede afectar a futuras entregas de los fondos. Es lo único que le preocupa porque tienen las cuentas del estado tan infladas a base de gasto que, sin el chute de los fondos, le van a petar un día como a Zapatero. Por esta razón, probablemente, se ha avenido a firmar con el PP. Para no salir mal parado en ese informe. Luego hará lo que le dé la gana.
Sánchez está ganando tiempo, como siempre, para ir decidiendo sobre la marcha. Primero necesita entregar la Generalitat a Puigdemont en octubre si hay repetición electoral y, luego, sacar unos presupuestos que se ajusten a las nuevas reformas y reglas fiscales que Bruselas vuelve a exigir. Si consigue las dos cosas, mientras el PP pacta con él formalidades que nunca va a cumplir, tenemos Sánchez hasta 2027.
Para Sánchez, el acuerdo con el PP ha servido, además, de cortina de humo estos días. Sobre todo, para tapar la amnistía. 27 implicados en el golpe han sido ya amnistiados en estas horas. Entre ellos, el ex conseller Buch de Interior que mandaba a los Mossos d’Esquadra y el propio mosso que ayudó a Puigdemont a fugarse y le protegió.
Además, en estas horas también, el fiscal general de Sánchez, Álvaro García Ortiz, ha ordenado a todos los fiscales que pidan la aplicación de la amnistía. El fiscal superior de Cataluña la ha pedido hoy para todos los cabecillas del procés condenados por malversación. Es el dinero que nos han robado a todos, a usted y a mí, estos golfos, y que ahora les sale gratis. Ustedes, cada uno de los votontos del PSOE son responsables de esto, unos amorales y cómplices de estos sin vergüenzas. Su voto lo ha hecho posible. Enhorabuena por dejarse robar. El problema es que, gracias a su voto tonto, borrego y cateto, lo vamos a pagar todos.
Además, mientras hablábamos Pons y Bolaños firmaban en Bruselas, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado que sean amnistiados 12 miembros de los CDR para los que pedían 247 años de cárcel por terrorismo. Entre ellos, los que intentaron derribar un helicóptero de los Mossos en pleno centro de Barcelona, quemaron la ciudad, asaltaron el aeropuerto, planearon atentados y frieron a piedras y pedruscos a la Policía Nacional hasta dejar inhabilitados a varios agentes para siempre. Ahora, gracias a Sánchez y a los votontos del PSOE, estos tipos pasan a ser unas hermanitas de la caridad, unos gloriosos héroes de la independencia catalana a los que tenemos que pedirles perdón el resto de españoles.
En estas horas, además, mientras Pons se hacía fotos con Bolaños en Bruselas, el PSOE ha colado en el Congreso a través de un real decreto ¡sobre medidas anticrisis! -no se lo pierdan- la derogación efectiva (por petición de Puigdemont) del artículo que, de facto, podía paralizar la aplicación de la amnistía con las cuestiones prejudiciales. Lo mejor ha venido después para terminar de arrinconar al PP. En la Ley de Paridad -atención- los socialistas y sus socios ultras e independentistas han colado el final, de facto, de la capacidad de veto del PP en el Senado para que Sánchez pueda intentar sacar adelante los presupuestos y seguir en Moncloa con Begoña hasta 2027.
Con todo esto, el PP ha seguido ofreciéndose al PSOE para pactar el Banco de España, la CNMV, la CNMC e, incluso, RTVE. RTVE es eso en lo que sale Silvia Intxaurrondo, la half a million dollars baby del sanchismo, cobrando medio millón de euros de todos nosotros por insultar a Tellado, Cuca Gamarra o la brillante Ester Muñoz cada vez que los entrevista.
Las preguntas son: ¿es masoca el PP? ¿Ha sido inteligente Feijóo, como dice Ayuso, dando el paso para desatascar el tema y dejar al PSOE retratado en Europa si no cumple?
Mientras tanto, la Brunete mediática de Sánchez no descansa y ya se ha lanzado hoy, sin piedad, a descalificar a los magistrados propuestos por el PP y, en particular, a José Mario Macías, propuesto para el Constitucional. Le llaman «hooligan» o «derecha radical judicial» por haberse opuesto a la amnistía.
La web de Ignacio Escolar, aspirante a periodista titulado, llama hoy ultra a Feijóo. Literalmente puede leerse: «Con o sin CGPJ, Feijóo no se baja del caballo de Atila». Pues ojalá fuera así, pero me temo que, en esto, Escolar sabe, como siempre, que también miente.