Tancredismo del PP ante la cacicada sanchista en el Senado

PSOE Junts PNV

El PP ha vuelto dar muestras de una candidez política superlativa al permitir en el Senado que el PSOE cediera parlamentarios para que Junts, PNV y Sumar pudieran conformar grupos propios, beneficiándose así económicamente de un ardid que supone toda una burla democrática. Los populares, que fueron muy críticos en un principio con la maniobra socialista, se prestaron finalmente al enjuague en la Cámara Alta amparándose en que el informe de los servicios jurídicos del Senado avaló la cesión masiva de parlamentarios socialistas para que separatistas catalanes, nacionalistas vascos y la extrema izquierda alcanzaran los 10 representantes que exige la norma.

El préstamo de senadores es una indecencia democrática se mire por dónde se mire y no es excusa que se haya puesto en práctica en otras ocasiones. Se da la circunstancia de que el informe jurídico avalando el préstamo no es vinculante, de modo que el PP podría perfectamente haber hecho uso de su mayoría absoluta para evitar la tropelía, pero prefirió aquietarse y hacerle el juego a Pedro Sánchez.

La pregunta es obvia: ¿qué gana el Partido Popular avalando este préstamo indecoroso de senadores socialistas? O dicho de otro modo: ¿Ha valorado Génova el riesgo que supone que su electorado no entienda que pudiendo evitarlo el PP no haya hecho nada para impedir la burda componenda del PSOE con sus potenciales socios?

Ampararse en que jurídicamente la cesión de senadores está permitida provoca melancolía, porque el PP perfectamente pudo evitar la cacicada y no lo hizo. Lo que sorprende no es que el sanchismo se reparta con separatistas, nacionalistas y comunistas senadores como si fueron cromos, sino que el PP pudiendo evitarlo se preste a la maniobra. A ver si alguien en Génova es capaz de decir en voz alta lo que muchos de sus votantes repiten por las esquinas: que no hay quien lo entienda y que ya basta de poner la mejilla.

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