Por supuesto que no rectificamos

Por supuesto que no rectificamos
Por supuesto que no rectificamos

La Generalitat de Cataluña ha exigido a OKDIARIO rectificar una información en la que se afirmaba que Lluís Companys era responsable de la muerte de 8.000 personas por la única razón de discrepar de su sectaria ideología. Si la Generalitat catalana se siente dolida porque este diario haya dicho la verdad y desmontado, de paso, la condición de héroe que el independentismo y la izquierda otorgan al que fuera presidente catalán, fusilado hace 82 años, es su problema. Este periódico no va a elevar a la condición de mártir a un genocida que dejó un rastro inabarcable de muertes.

Fusilamientos, torturas, purgas, campos de concentración forman parte del sanguinario currículum de un asesino, por mucho que la izquierda y el separatismo se sientan ofendidos. No vamos a rectificar ni una palabra de lo dicho, porque si de algo podemos arrepentirnos es de haber fijado el número de muertos en 8.000, cuando otras fuentes elevan notablemente esa cifra. Dicho de otro modo: en todo caso, nos hemos quedado cortos.

Lluís Companys fue juzgado y condenado a muerte tras probarse fehacientemente su responsabilidad en la muerte de miles de catalanes. Quienes hoy le rinden culto ignoran de manera vil el verdadero rostro asesino de Companys, un genocida sin matices. Es por eso que este diario no se va a apear un ápice de lo manifestado. Es más: quien debiera rectificar es la Generalitat de Cataluña, cómplice a la hora de blanquear la figura de un asesino. No lo hará, porque la falsificación de la historia forma parte de su identidad. Companys no fue ningún mártir, sino responsable de una nauseabunda estrategia de aniquilación de miles de seres humanos. Y por supuesto que no rectificamos. De modo que pueden esperar sentados: nos mantenemos en lo dicho punto por punto, sin quitar una coma. Que la Generalitat se meta ese bulo del derecho de rectificación por donde le quepa.

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