Opinión
PRIMERA LÍNEA

Le Senne ‘desgarra’ el montaje de la izquierda

Se acabaron los procesos electorales, al menos por el momento, y lo que es relevante a mi modo de ver es que desde las elecciones del 28M la gauche ha venido perdiendo fuelle, hasta el presente. De los ruidos procedentes de Madrid ya se verá cómo nos afectan, conscientes como somos de que se ha instalado en la presidencia del Congreso una impostora, desde el momento en que ha decidido ignorar su neutralidad institucional, además de venderse al poder ejecutivo rompiendo a pedazos la división de poderes. Creo que se llama Francina Armengol y tengo entendido que presidió el Govern de las Baleares durante ocho patéticos años. Ahora toca recuperar el día a día.

Un día a día que muy probablemente no contará con el apoyo económico del Gobierno de España, precisamente presidido por el amigo de Armengol, además de marido y hermano de dos personajes sospechosamente turbios, como mínimo. Turbio, mis queridos progres con orejeras, refiere confuso y poco claro. Algo evidente desde el momento en que ambos a dos están en sede judicial, en lo que respecta a sus actividades un tanto poco edificantes.

Mis queridos progres con orejeras, soy plenamente consciente de que nada tiene que ver con vosotros la defensa de valores, entre ellos, la ética que una vez se pone en entredicho, exige asumir responsabilidades políticas cuando  se ejerce cargo de responsabilidad, y además puesto en entredicho, una vez asalta la sospecha de cierta connivencia en las conductas de ambas partes y quiero decir con ello que los sumarios judiciales andan bastante saludables, en cuanto a indicios que os harían incendiar las calles si fuese la derecha el epicentro de los mismos. Vosotros, que vinisteis el 2018 a regenerar la vida política, apelando a la decencia y la transparencia, parece ser que os habéis acabado poniendo orejeras y pinzas en la nariz. Sois la leche.

El ciudadano de a pie en Baleares debería tomar nota de que la gratuidad en el transporte público ha sido ninguneada por el Gobierno Frankenstein pese a que en origen fue suya esta iniciativa, aunque ahora que la izquierda por méritos propios ha perdido el Govern, pues que se jodan los ciudadanos. Lo mismo cabe decir de haberle cerrado el grifo al Govern del PP para ayudar al alquiler social para los jóvenes; incluso la postura cerril del Ministerio en manos del primate ese, que llamó «puto amo» al presidente Sánchez y que ahora le niega al Govern de Prohens fondos públicos para infraestructuras.

Pese a todo ello, tenemos la suerte de que nuestro día a día haya dejado de estar condicionado, a fecha de hoy, por la basura ideológica, contando con unos gestores bien capaces de dar pasos hacia adelante a pesar de todo. Y vosotros, mis queridos progres, siempre de carnaval con vuestras orejeras, palabra que refiere prejuicio o percepción limitada de la realidad. Es lo que sois, mis queridos progres: caballerías de tiro y no personas libres.

En el día a día adquiere especial relevancia ir derogando leyes contrarias a una higiénica coexistencia y más viniendo de dos legislaturas, consagradas por la extrema izquierda a destruir consensos de absoluta naturalidad como sin ir más lejos la defensa del bilingüismo, mal que les pese a los separatas, aunque no es menos cierto que el PP no parece estar por la labor. Este es el punto débil del centroderecha, que podría llevarles a perder las elecciones el año 2027, porque la izquierda con orejeras vota como manso rebaño y en cambio el centroderecha acostumbra a cabrearse y quedarse en casa

Hay más normas que ir derogando ahora que es el momento de recuperar la normalidad, perdida los últimos ocho años. Por ejemplo, la versión nuestra, la autonómica, de la Ley de Memoria Democrática, y por tanto corresponde a la nueva mayoría del Parlament borrarla del mapa. Y de nuevo, el PP por supuesto no es el impulsor, sino Vox. Y se montó el lío días pasados. Aquí el PP iba a remolque de Vox, y la verdad, parece mentira que no fuese por iniciativa propia. La izquierda se rasgó las vestiduras, porque el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, expulsó del pleno a socialistas, ambas de las Mesa del Parlamernt, por negarse a quitar imágenes de víctimas de la Guerra Civil. Ninguna, por supuesto, de la derecha. Tercer aviso y al corral.

La prensa local apesebrada, que imagino ahora recibe subvenciones del PP, ¡manda carajo!, dejó titulares: Le Senne desgarra a las mujeres asesinadas por el franquismo. Más: El arranque violento de un  presidente indigno.

Por supuesto que sí, el PP ya ha mostrado su desaprobación a la actitud del presidente de la Cámara balear. Es evidente, el PP hace méritos sobrados para perder las elecciones de 2027. Vuelve a caer en la provocación de la gauche. Y así no se puede ser alternativa, ni seria ni permanente. Son Sorayos. Y pensar que alguna vez creímos en el liderazgo de Marga Prohens.