Opinión

Sánchez inventa la ley del embudo fiscal

El presidente del Gobierno ha decidido crear una nueva teoría fiscal según la cual bajar impuestos es posible siempre y cuando en el territorio donde se aplique gobierne el PSOE. Es lo que hará en Baleares, donde a partir de 2023 se incorporarán nuevas deducciones fiscales específicas para esa autonomía. En Baleares, Pedro Sánchez anunció, en presencia de la presidenta socialista, Francina Armengol, una deducción del 90% de la base imponible en el Impuesto de Sociedades e Impuesto de la Renta de no residentes para inversiones que fomenten la actividad productiva y la creación de empleo en las islas.

Casualmente, Sánchez ha hecho este anuncio de rebaja fiscal precisamente en vísperas de que Armengol se enfrente en el Parlamento autonómico al debate de Política general donde toda la oposición le volverá a exigir que baje impuestos, ya que Baleares soporta una de las mayores presiones fiscales de toda España. Se da la circunstancia de que es el PSOE quien mantiene bloqueada la aprobación de un Régimen Fiscal especial para Baleares similar al de Canarias, por lo que el anuncio del presidente es un supremo ejercicio de hipocresía. Bajar impuestos es lo que demanda en estos momentos la situación económica nacional, pero lo insólito es que Sánchez cuestione la bajada de impuestos anunciada por las comunidades del PP por «insolidaria» y favorecedora de los ricos y se sume al carro de la bajada fiscal en los distintos territorios siempre que quien gobierne sea la izquierda. Por supuesto que es necesario que Baleares vea aliviada su desproporcionada presión fiscal, fruto de los hachazos impositivos de la izquierda gobernante, pero el anuncio de Sánchez, para salvar a Armengol, es un ejemplo paradigmático de la ley del embudo. O lo que es lo mismo: al jefe del Ejecutivo le molesta que se baje impuestos en las comunidades del PP, pero corre a las comunidades donde gobierna el PSOE a anunciar en persona bajadas de impuestos.