Sánchez imita a Maduro

Opinión de Jimmy Giménez-Arnau

Entre los patrones del mal existen demasiados tics que los asemejan. Su mayor peligro es que ninguno respeta las leyes, pues las corrompen y adaptan a sus intereses mafiosos. El autócrata no tiene principios ni sentido de la decencia, como Zapatero, que sólo vale para ser el lacayo sin fronteras del gorila que hundió Venezuela. Ayer fue un líder necio y hoy es un choto con dos madres, que tampoco desprecia mamar de la ubre de nuestro psicópata, en una conexión conocida como la de Miraflores # Moncloa. Por eso digo que Sánchez imita, entre otras tantas cosas, a Maduro. Así les va a ambos.

María Corina Machado se juega la vida convocando este sábado concentraciones por todo el país, cuando el narcodictador ha puesto precio a su cabeza, mientras los Estados Unidos ya reconoce oficialmente la victoria de la oposición dirigida por la brava heroína Machado. Como Maduro no se fía de su ejército de militares cobardes, empiezan a verse soldados cubanos -o sea sicarios- en todas las calles de Venezuela. Con ellos proyecta dar caza a María Corina. Ya abatió a una treintena de ciudadanos libres y está dispuesto a cumplir su macabra promesa de regar con ríos de sangre aquel maravilloso país que derrotó a su dictador por más de tres millones de votos.

El prestigioso centro Carter -que había sido invitado a observar las elecciones por el propio Gobierno venezolano- ha emitido un comunicado criticando con severidad el proceso electoral, y calificándolo de no democrático, aunque se refiere a las condiciones en las que se realizó la votación con extraños casos de intimidación, represión previa de disidentes, abusiva propaganda y mil obstáculos para ejercer al derecho al voto con total libertad. El Consejo Nacional Electoral (CNE) sólo entregó las actas a sus seguidores, los chavistas, y a los opositores de Maduro los mandó a hacer gárgaras, de ahí el monumental fraude. El CNE arguye un supuesto hackeo procedente de Macedonia del Norte, ¡toma ya!, del que no hay constancia, ni detalles, ni pruebas. Pero en ese caso el hackeo habría afectado a la transmisión de datos, nunca a las actas que se emiten en papel. Por lo visto Maduro también imita a Sánchez. A los dictadores les excita mentir y mienten como bellacos.

Tanto España como Venezuela tienen que hacer algo bien pronto para librarse de este par de energúmenos.

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