Prohens sale seriamente dañada
La pepesfera anda un pelín disgustada estos días a cuenta del órdago de Santiago Abascal de romper los pactos con el Partido Popular en los gobiernos autonómicos. Tras un año de hacer de muleta a los populares y así complementar con sus escaños los que faltaban a los de Feijóo para desalojar a la izquierda de seis gobiernos autonómicos, desde Bambú habrán considerado que no capitalizaban electoralmente su apoyo a los ejecutivos populares. Los dirigentes de VOX se habrán percatado de las formidables resistencias de los populares a aplicar aquellos puntos discordantes pero esenciales para su partido.
La inmigración, por otra parte, es un tema crucial en toda Europa. España lleva unos años de retraso respecto a Europa que se está moviendo en torno a unos parámetros políticos distintos a los que ha venido desarrollándose aquí. El eje izquierda-derecha clásico ha dado paso al eje soberanismo/globalismo y a cómo afrontar los problemas derivados de la inmigración masiva irregular. Este cambio de paradigma es lo que está en el origen de la formidable crisis de los partidos equivalentes al Partido Popular en toda Europa y al auge de las formaciones patrióticas que sitúan a la inmigración en el centro del debate. Desde Bambú deben estar preguntándose por los motivos que llevan a VOX a obtener unos resultados electorales tan pobres en comparación a sus fuerzas hermanas europeas. ¿Por qué Vox, lejos de acelerar, se ha quedado, no ya estancado, sino que incluso ha desacelerado?
Algunos han visto en la «purga» del ala liberal de VOX la causa de esta disminución de apoyos electorales pero al menos hasta donde me alcanzan los conocimientos las pocas medidas liberales que han impulsado los gobiernos en los que hasta hace unos días participaba VOX se han debido a la presión de los de Abascal, no al Partido Popular.
Aquí en Baleares el mayor impulso a las políticas liberales (libertad lingüística, bajada de impuestos, recortes a sindicatos y otros organismos paraestatales, neutralidad de las instituciones, derogación de las leyes de imposición ideológica como la memoria histórica) han corrido a cargo de VOX, no del Partido Popular, aunque después estos últimos, naturalmente, las hayan vendido como propias, conscientes de que sus votantes son más de derechas que sus dirigentes. Y es lógico que así sea: ideológicamente, VOX se parece al PP como una castaña se parece a una patata.
Es cierto que, debido al eje derecha-izquierda que sigue imperando en España, ambos partidos pescan en los mismos caladeros pero el árbol no nos debería impedir ver el bosque: VOX es una formación netamente liberal-conservadora mientras el PP es una formación socialdemócrata que nunca va a poner en entredicho el discurso ni las políticas del PSOE. Será más eficiente y eficaz, gestionará mejor, pero siempre dentro del marco mental socialdemócrata. El PP no aspira a cambiar nada, sencillamente a gestionar mejor las políticas ruinosas que hereda de la izquierda. Ni más ni menos. No son complejos, son falta de convicciones, al menos convicciones liberal-conservadoras. El PP representa una mera alternancia al PSOE, nunca va a ser su alternativa porque siempre acaba asumiendo su discurso aunque sea con unos añitos de retraso.
El gran logro de la propaganda de la pepesfera ha sido hacer creer a los votantes de la derecha sociológica que, mero juego de espejos, el PP es un partido de derechas porque se oponía al PSOE. De ahí este chantaje emocional al que la pepesfera somete al votante de VOX: si estás contra el PP, como al parecer lo estaría ahora Santiago Abascal, estás a favor del PSOE. La famosa pinza PSOE-VOX. Salvando las distancias, se trata del mismo chantaje que hacían los estalinistas cuando a los críticos de izquierdas hacia Stalin se les conminaba a elegir entre Stalin o Hitler. Si estás contra Stalin, estás a favor Hitler. Y si entonces muchos progresistas cayeron en las redes tentaculares del estalinismo, creyendo que haciendo el Mal estaban en el fondo trabajando para el Bien, lo mismo ocurre con las masas más desinformadas del Partido Popular, mucho más de derechas que Prohens, Costa, Cirer, Galmés o Vera, a las que engañan diciéndoles que con el socialismo del PP van a terminar con el socialismo PSOE. Mismos objetivos, intereses contrapuestos. Quítate tú que me pongo yo.
El escenario balear
Diga lo que diga la pepesfera balear y los medios que anhelan el suicidio, tantas veces anunciado, de VOX, quien sale muy mal parada de la ruptura del pacto con VOX es Marga Prohens. Si la campanera es hoy presidenta del Govern lo es gracias a los magníficos resultados de VOX hace un año, no a los mediocres resultados del PP, si los evaluamos en términos de la serie histórica. De ahí que no entienda que ahora Prohens pida la cabeza de Gabriel Le Senne. Le Senne es presidente gracias a los apoyos del PP como Prohens lo es gracias a los apoyos de VOX.
Si quiere expulsar a Le Senne por vías torticeras y bastardas como le proponen socialistas y meseros, lo honesto sería presentar una cuestión de confianza en la cámara balear para que los diputados de VOX tuvieran también la oportunidad de cambiar o no el sentido de su voto hacia la campanera. Tan ofuscados andan algunos que parecen no haber reparado en el nulo respeto a la democracia liberal que supone que un presidente del poder ejecutivo decida cortar la cabeza al presidente del legislativo de cuyo poder, usos democráticos se llaman, depende, al menos formalmente. Las formas son importantes, incluso en una partitocracia tan mediocre, extractiva y corrupta como la española.
¿Quién sale dañado de esta nueva crisis? Sin lugar a dudas, el Govern del Partido Popular. Vox puede perder la poltrona del Parlamento balear pero poco más. Un 40% de los 110 acuerdos firmados con VOX ya se habrían cumplido hasta la fecha aunque habría que ver cómo, un análisis que sobrepasa las dimensiones de este artículo. En cambio, VOX va a tener capacidad de veto en leyes tan importantes como la de simplificación administrativa y las de presupuestos. ¿Cómo va a abonar el Govern los 190 millones prometidos a los sanitarios para reactivar su carrera profesional si no se aprueban los presupuestos de 2025? ¿Cómo va a pagar el Govern a partir de septiembre los más de 800 maestros más todos los pluses y complementos prometidos por el espléndido Antonio Vera en Educación? Ahí VOX le puede apretar las tuercas al PP y conseguir mucho más de lo obtenido por la anterior portavoz Idoia Ribas en los presupuestos del año en curso, máxime si los de Manuela Cañadas no están ahora atados por ningún pacto.
A mi juicio, VOX tiene una segunda oportunidad para renegociar al alza los 110 puntos del anterior acuerdo cuyo cumplimiento en algunos casos ha sido más simbólico que efectivo. Incluso se podría plantear pedir a Prohens la cabeza del consejero Antonio Vera, que ha tomado el pelo a VOX con el Plan Piloto Voluntario de elección de lengua y con la libre elección en la primera etapa de escolarización al no dictar a propósito ninguna orden para que los centros se vieran obligados a poner las dos casillas. Por no hablar de un cambio de toda la normativa lingüística que ha impedido hacer efectiva la libertad de elección. Asimismo, podría incluirse en el trámite de enmiendas de la ley de simplificación administrativa la disolución de organismos participativos escolares, cuya única utilidad es el boicot por parte de fuerzas paraestatales como sindicatos, asociaciones de padres o asociaciones de directores, de cualquier reforma que vaya en la buena dirección y haga frente a la secta pedagógica que ha arruinado la enseñanza.
Para Vox sería una segunda oportunidad y enmendar así los errores cometidos hace un año. Natural que, ante este funesto panorama, la pepesfera esté rabiosa y enrabietada. A menos que quieran volver a elecciones, algo que por la cháchara inusitada de Marga Prohens de estos días (ya saben, perro ladrador poco mordedor), parece descartado de momento.
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