Homogeneizar la población

La próxima serie la protagonizará una Jacky Kennedy negra, o un Napoleón trans; los reyes de España, serán uno hutu y el otro tutsi… ¿No les parece? Y, ¿qué tal una película donde Hitler sea coreano?
La actriz negra Jodie Turner-Smith será la encargada de meterse en la piel de la seductora Ana Bolena en la nueva producción de HBO. Desde el punto de vista de la publicidad, la maniobra, más vieja que el imperdible, me parece muy bien, ya que, como saben, independientemente del valor de la serie no se para de hablar de ella.
¡Ahora! Si lo que se pretende es un alegato por la diversidad, la maniobra me parece muy torpe y contraproducente que ofrece como resultado una errática negación de las señas de identidad de los diferentes pueblos con el fin de igualar, de homogeneizar.
Y es que, amigues, las señas de identidad existen, y poner una señora negra para representar a Ana Bolena es una falta de respeto a la cultura negra donde además se pone el énfasis en lo peor, a través de ese alarde compensatorio, subrayando el hecho (que solo está en sus cabezas paranoicas) de que ser negro es malo, o de que los negros no tienen historia.
La diversidad es necesaria y estos alardes negacionistas atacan justamente eso: que la diversidad es positiva y que a un actor negro no hay que hacerle un upgrade en la corona inglesa porque tiene su pueblo, tiene su narrativa y su evolución.
Ana Bolena negra es negar a África «la cuna del mundo» su historia… Y en el fondo, seguir colonizándola.
¿Qué tal si estudiamos la historia de África y hacemos una serie sobre las reinas egipcias o kushitas. O una serie de Etiopía con sus mujeres regentes y guerreras que están ahí, y no son invenciones de nadie. Pero claro hace falta verdadero interés por la Historia.
No hay nada igualitario o inclusivo en hacer remedos negros, gays y femeninos de lo hegemónico, a ver cuándo empiezan a entenderlo.