Opinión

La malversación turca de Pedro Sánchez

La Internacional Socialista celebró el primer Consejo de 20225 en Estambul, la ciudad turca a la que viajó el pasado 23 de mayo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, máximo responsable de esta organización, acompañado, entre otros, de Santos Cerdán y distintos dirigentes socialistas. El objetivo del viaje del jefe del Ejecutivo era ese, pero Moncloa endosó los gastos que debería haber abonado Ferraz -era un acto partidista- al erario público, que es tanto como decir al bolsillo del contribuyente. Una forma de malversación como otra cualquiera.

La fórmula elegida fue la clásica: aprovechar su presencia en Estambul para agendarse un encuentro con el presidente turco y, de ese modo, convertir un viaje de partido en un viaje oficial. La delegación llegó el viernes 23 de mayo a las 16:00 hora local y partió el sábado 24 de mayo a la misma hora, permaneciendo exactamente 24 horas en territorio turco. El desplazamiento se realizó en aeronaves oficiales de las Fuerzas Aéreas y del Espacio del Ministerio de Defensa español.

La delegación estuvo integrada por 19 personas, excluyendo el personal de seguridad. Encabezada por el presidente Sánchez, incluyó a la secretaria general de Asuntos Exteriores, Emma Aparici Vázquez de Parga; el director general de Protocolo, Jorge Mijangos Blanco, y la directora General de Información Internacional, Alexandra Gil Polo. También formaron parte del equipo Juan Criado Clemente, del departamento de Asuntos Exteriores y María Rosa Rivet Sánchez, del departamento de Información Internacional. Por si fueran pocos, el grupo de trabajo incluyó a Marta Herrero Maestro, de la Unidad de Logística Informativa; Miguel Tortajada Hernández, de la Unidad de Protocolo, y Rafael Saiz García, de la secretaría general de la Presidencia.

Los gastos del viaje se imputaron a los programas presupuestarios de la Administración General del Estado, mientras la gestión de servicios se realizó a través del contrato centralizado de «Servicio de Agencia de Viajes» gestionado por el Ministerio de Hacienda. Los servicios de protocolo y seguridad fueron proporcionados por los propios recursos de la Presidencia del Gobierno. O sea, que casi 20 personas viajaron a cargo de contribuyente para un viaje que, en esencia, tenía como objeto la presencia de Pedro Sánchez en Estambul como presidente de la Internacional Socialista. Un ratito con Erdogan y que paguen los españoles.