Opinión

Lo decisivo: autodeterminación de la manita

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Por esas cosas que sólo ocurren en España, una de las claves de la campaña electoral ha pasado completamente ignotas para una inmensa mayoría de ciudadanos. Mucho más, si por la amnesia que embarga a los españoles, tras las elecciones del domingo, existe la posibilidad de reedición del Gobierno Frankenstein.

La noticia en cuestión informa que en Bilbao y Barcelona las dos principales fuerzas disgregadoras de una de las naciones más antiguas del mundo (España), ERC y Bildu, es decir, Junqueras y Otegi, se han conjurado para celebrar la próxima legislatura un referéndum de autodeterminación de Cataluña y País Vasco para separarse del Estado español. Es una promesa electoral en toda la regla. Modestamente, creo que este asunto merecería más que un mero suelto en los diarios y el silencio completo en los canales de televisión.

Porque la enormidad de la deuda pública que va a dejar Sánchez tiene arreglo en cincuenta años, pero la voladura de España, no. Incluso la mera formulación pública por los independentistas conllevaría serias consecuencias en cualquier país libre y democrático del mundo. ¿Se puede cuestionar sin más la permanencia del Estado? Si exceptuamos el caso de Gran Bretaña (Escocia), que poco tiene que ver con la realidad histórica y política española, no se podrán encontrar un país en el mundo libre donde se cuestione la unidad nacional y el sostenimiento de las naciones.

Quizá por ello, en efecto, el señor Sánchez se opuso a que en el debate electoral del pasado miércoles figurasen representantes de ERC y Bildu, como exigía el Partido Popular. Porque hubieran referido en las propias narices de Pedrito, el breve sus pretensiones soberanistas. Ésa fue la razón.

Dicen los sediciosos que dichos referéndums de autodeterminación se llevarían a cabo en el mismo día. ¡Con un par! Esto es, Otegi y Junqueras cogiditos de la mano cantando «bye, bye Spain…». Lo que está claro es que los dos saboteadores españoles confían en que en La Moncloa continúe Sánchez y en el Tribunal Constitucional siga manchándose la toga Cándido Conde-Pumpido con el polvo del camino.

Tal y como están las cosas, la pervivencia del Estado es uno de los retos más decisivos de los próximos cuatro años políticos. Tu voto es hoy absolutamente decisivo.