El legado de Sánchez: corrupción, paro y desprestigio

El legado de Sánchez: corrupción, paro y desprestigio

Los dos hitos de la semana que ponen en alerta a las instituciones de la UE y que debieran preocuparnos, y muchos, a los españoles, tienen que ver con las dos últimas actuaciones de Pedro Sánchez y su corte de ministros. El sectarismo y la incompetencia del Gabinete se han vuelto a poner de manifiesto con la mal llamada reforma de las pensiones y con el dudoso uso de los fondos europeos para financiar la trama corrupta del PSOE que tiene su epicentro en Canarias y que ya ha provocado una inspección de la autoridad competente europea en dependencias que dependen de la vicepresidenta Nadia Calviño y la alarma entre los diputados del PE.

Sobre la inapelable y urgente reforma de las pensiones se puede decir que lo único tangible a día de hoy es que Sánchez ha acometido la voladura del Pacto de Toledo, un acuerdo de Estado que nació en 1995 para garantizar la viabilidad del sistema y sacar el debate sobre las pensiones del mercadeo electoral. Pues los dos compromisos los ha liquidado el gran traidor. Su ministro de cuota Escrivá ha presentado en la Comisión Parlamentaria la mal llamada reforma sin memoria económica, saltándose el informe del Consejo de Estado, del Consejo Económico y Social, de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), sin que previamente se haya elevado a audiencia publica el documento para recabar aportaciones de organismos, instituciones y expertos… Si se mira bien, se repite la historia de la catastrófica ley suelta pederastas, que también la lanzaron presumiendo de que sería un hito en Europa cuando ya se sabía que hacía aguas por todas las partes y que sus consecuencias serían catastróficas para todas las víctimas. Pues ahora ocurre exactamente lo mismo, que sacan adelante una norma teniendo pleno conocimiento de que las consecuencias de la incompetencia y frivolidad a la hora de elaborarla las pagaremos todos los españoles cuando Sánchez y su corte de sectarios ya no estén en el Gobierno. Sólo les importa el titular a corto plazo, sóo les importa mantener la coalición de intereses frankenstein para que Sánchez pueda seguir durmiendo en la Moncloa.

Esto que han aprobado en el Consejo de Ministros y que pasará por el Congreso con el apoyo de todos los antisistema, golpistas, filoetarras y nacionalistas de todo tipo y condición, no es un pacto de pensiones, es el anuncio de incremento de aportaciones (impuestos) para trabajadores y empresarios. O sea, es una reforma fiscal inconfesada, no es una reforma del sistema de pensiones. Y así todo, los incrementos de impuestos no sufragarán ni siquiera a cortísimo plazo el incremento del monto de las pensiones. O sea, que con esta chapuza se destruirá empleo y el sistema no será viable, como muy bien sabe b, que en 2019, cuando era presidente de la AIReF, se oponía al incremento de las cotizaciones sociales con el contundente dato de que en España superan en seis puntos la media de la OCDE.

Además, como cuando sacó en campaña el doberman, el PSOE ha vuelto a hacer de las pensiones un tema del debate electoral, algo que el Pacto de Toledo se empeñó en impedir. Como Sánchez pudre todo lo que toca, pues también se ha cargado el pacto de Toledo y el sistema de pensiones públicas. Y el que venga detrás, que arree.

La segunda cuestión de la semana que pone bajo la lupa europea al flamante próximo presidente de turno de la UE es la carta que Monika Hohlmeir, presidenta de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo, ha dirigido a la Comisión Europea para que investigue hasta qué punto la trama corrupta del PSOE con origen en Canarias afecta al destino de los fondos europeos. La carta lleva un título de lo más descriptivo: Transmisión de sospechas de fraude, posiblemente ligado a los Fondos de Recuperación, y seguimiento. Y en el primer párrafo ya cita su reciente visita a Madrid como presidenta de la misión de control presupuestario, y las «preocupantes noticias» que ha recibido a través de la prensa española sobre la ejecución de «determinados proyectos en las Islas Canarias, donde podrían haberse usado fondos de la UE».

Corrupción, paro y desprestigio de las instituciones, ése es el legado que nos deja Sánchez Castejón. No sé qué consecuencias políticas se derivarán de la moción de censura que ha presentado Vox; pero lo que es innegable es que sobran los motivos para mandar a casa a Pedro Sánchez y a su gobierno de soplones (Marlaska es el mejor ejemplo) corruptos, incompetentes y sectarios.

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