Kamikazes sin honor

Sánchez Puigdemont

El felón Sánchez, con tal de no soltar el poder, se inclina ante un prófugo en busca y captura que odia España y se la ofrece en bandeja al catalán para que haga con ella lo que se le antoje. Puede ser un oscuro negocio entre kamikazes sin honor, pues Puigdemont ya no cotiza en bolsa por estar quemao, y al de Tetuán, nadie va a perdonarle jamás que pacte con un mercader que vende todos sus chantajes a precio de oro para que el traidor, siga gozando de La Moncloa.

Según afirma Pablo Planas: «Uno de los muchos problemas de negociar con Carles Puigdemont es que es un tramposo, un cuentista y un ventajista. (Sánchez y él, son cromos repetidos). Cualquier gobernante con un mínimo de dignidad y decoro descartaría por completo negociar nada con ellos. El discurso de ambos son mentiras, una colección de patrañas sin fundamento imposibles de aceptar y asumir. El mismo Puigdemont es una mentira». (Igual que Sánchez es un camelo).

«¿O es que no son independentistas los que gobiernan la Generalidad? ¿Es que no hacen lo que les da la gana en materia lingüística, arrinconando el español, como si fuera un idioma extranjero, y discriminando a la población que no habla catalán por el motivo que sea? También es falso que el separatismo sea una opción política legítima, salvo que se pretenda legitimar el supremacismo, la xenofobia, el racismo y demás lindezas de los partidarios de la republiqueta que llaman ñordos, y colonos, a los que no comulgan con sus ruedas de molino y a los que invitan a irse a su país si no les gusta Cataluña».

Tales temerarios-peligrosos, se la van a jugar con dados trucados; negociando traiciones, se barajan ganancias indecentes y se especula con los sueños irrealizables. Pero corromperán cualquier código democrático que sea menester, hasta dar con el elixir de la amnistía. Lo que no sabe Sánchez es que el retorcido Puigdemont, si no logra también el referéndum de autodeterminación, le meterá la cornada final, para reventarle la investidura. Que hablamos de kamikazes sin honor.

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