Opinión

La Infanta Sofía confirma su condición de creyente católica

Para los creyentes, el acto de recibir el sacramento de la confirmación es un momento importante dentro de su trayectoria religiosa. Se trata de reafirmarse como miembro de la comunidad católica después de ese otro momento trascendental que es el de la primera comunión, que se celebra a una edad temprana, entre los 8 y los 10 años. Por eso, después de siete u ocho años, poco antes de alcanzar la mayoría de edad, la Iglesia pide a los creyentes que se reafirmen en su voluntad de permanecer fieles a sus creencias y mantener su pertenencia a la fe cristiana.

Tres de los miembros de la Familia Real española son miembros activos de la Iglesia de Roma: el Rey Felipe, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, quien, a partir de esta semana, se ha unido como adulta a la misma comunidad religiosa que esos otros dos integrantes de su familia. Lo ha hecho de la misma forma que lo hizo hace dos años su hermana la Princesa Leonor: en un templo de la localidad madrileña de Aravaca, en compañía de sus compañeros de colegio que han optado también por confirmarse y en presencia de sus padres, los Reyes Felipe y Letizia, y de su hermana la princesa Leonor. La heredera de la Corona se encuentra ya en Madrid después de graduarse como bachiller en el Colegio de San Donato el pasado fin de semana, lo que ha permitido que ella sea también testigo del momento de la confirmación de su hermana menor. El padrino de la Infanta ha sido, al igual que con su hermana Leonor, el Rey, su padre. Sofía se ha ubicado con el resto de sus compañeros, en la cabecera de la iglesia, y su familia ha seguido la ceremonia religiosa desde un banco posterior. En el caso de la confirmación de la hija pequeña de los Reyes, no han existido medidas sanitarias adicionales de limitación de personas al estar ya confirmado el término de la pandemia del Covid. Eso ha permitido que las dos abuelas de la Infanta, la Reina Sofía y Paloma Rocasolano, así como el padre de doña Letizia, Jesús Ortíz, y su actual esposa, Ana Togores, hayan podido acompañar a la joven Sofía en el acto de recibir el sacramento que la acredita como miembro de la Iglesia Católica.

El rey Felipe ha podido ser padrino de confirmación de sus hijas al ser católico practicante, según confirmó él mismo en unas declaraciones a la Agencia Efe con motivo de su 40 cumpleaños, cuando aún era Príncipe de Asturias. En enero de 2008, el Monarca afirmó: «Recibí el sacramento de la confirmación y lo recibí con mi conformidad. Soy creyente y cumplo los deberes religiosos lo mejor que sé y puedo. Pero insisto que es necesario respetar a los que tienen otra fe y a los que no tienen ninguna». Una frase esta última que deja claro que la Familia Real considera sus creencias religiosas algo perteneciente a su índole familiar y, por tanto, dentro de su privacidad. También está presente en su decisión de que no se tomen imágenes por los medios gráficos dentro del templo el respeto a la intimidad de las otras familias cuyos hijos han recibido la confirmación al mismo tiempo que la Infanta.