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Ni kiwis ni naranjas: la fruta que deben tomar a diario los mayores de 65 años para ir mejor al baño

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

Muchas personas mayores tienen dificultades para mantener una digestión regular y un tránsito intestinal óptimo. Esta situación puede afectar significativamente a su calidad de vida.

La solución puede estar en un alimento natural, accesible y poco valorado, que ofrece beneficios excepcionales para quienes buscan un bienestar digestivo constante y un apoyo nutricional integral.

Esta fruta, consumida con regularidad, puede convertirse en una aliada para facilitar la función intestinal de los mayores.

La fruta ideal para mejorar el tránsito intestinal de las personas mayores

Entre las frutas que favorecen la digestión, la pera destaca por su alto contenido en fibra soluble e insoluble, elementos clave para estimular y regular el movimiento intestinal, evitando tanto el estreñimiento como otras molestias comunes en la tercera edad.

Su riqueza en pectina, un tipo de fibra soluble, es especialmente efectiva para activar la función del colon y ayudar a depurar el intestino, favoreciendo un proceso natural de desintoxicación.

Además, esta fruta contiene taninos que resultan beneficiosos para personas con estómagos sensibles o padecimientos como gastritis o úlceras, ya que aportan un efecto calmante. En casos de diarrea, se recomienda pelarla para un mejor efecto.

Sus ácidos orgánicos ayudan a estimular la producción de jugos gástricos, mejorando la digestión y contribuyendo al buen funcionamiento del páncreas y el hígado.

Por todas estas razones, la pera es considerada una de las frutas más toleradas y con menor potencial alérgico, ideal para quienes presentan sensibilidad digestiva.

Beneficios nutricionales de la pera

La pera ofrece un aporte significativo de agua, vitaminas y minerales, elementos que apoyan la función intestinal y el bienestar general.

Su bajo contenido calórico la convierte en una opción favorable para controlar el peso, mientras que sus azúcares naturales (fructosa y levulosa) aportan energía de manera equilibrada, siendo bien tolerados incluso por personas con diabetes.

Tal y como señala Puleva, el consumo diario de dos piezas medianas cubre alrededor del 20% de la vitamina C recomendada, esencial para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la absorción de hierro, mineral presente en esta fruta y fundamental para evitar la anemia.

También aporta ácido fólico, vitaminas del complejo B, vitamina E, potasio y calcio, minerales indispensables para mantener huesos fuertes, un buen equilibrio cardiovascular y la regulación de la presión arterial.

Su bajo contenido en sodio la hace especialmente recomendada para quienes padecen hipertensión, aunque se debe moderar en casos de insuficiencia renal.

Cómo incorporar esta fruta en la dieta diaria para obtener todos sus beneficios

Para aprovechar plenamente sus propiedades, se recomienda consumir al menos tres piezas diarias de fruta, incluyendo esta opción como parte esencial del menú.

Su versatilidad es otra ventaja: la pera puede comerse fresca, preferentemente con cáscara para maximizar el aporte de fibra, o incorporarse en ensaladas, mezclada con ingredientes como quesos suaves, frutos secos o vegetales de hoja.

También es adecuada para preparar purés o sopas frías, y su dulzura natural complementa bien platos salados, especialmente carnes blancas o de caza.

Para conservarla en buen estado, es aconsejable mantenerla en un lugar fresco y seco, sin envoltorios, y refrigerarla para prolongar su frescura hasta tres días.