Opinión

Feijóo remata a Sánchez

Hoy hemos visto dos formas de debatir muy claras. Por un lado, a Sánchez, siendo Sánchez, alguien le tenía que haber explicado que un debate es la confrontación dialéctica entre dos partes, siempre y cuando las dos partes no sean él y su espejo, porque parece que ha ido a un soliloquio. Sólo hablaba él y se escuchaba él. No ha propuesto, no ha desarrollado la propuesta y solo se dedicaba a interrumpir a su oponente, sobre todo en la primera mitad del debate.

Por contra, hemos visto un Feijóo que ha arrancado con mesura, con solvencia, con sosiego, en el que ha intentado explicar precisamente qué es lo que quería como alternativa Sánchez y en el caso de dos frases absolutamente demoledoras. La primera, «señor Sánchez, su problema son los 117 violadores que hay en la calle y su problema es la ley que ha hecho que salgan esos depredadores a la calle». Y la segunda es: «Usted de pactos no puede dar ninguna elección». Ahí ha estado dominando Feijóo durante un largo tiempo el debate, siempre que Sánchez se lo ha permitido, porque en cuanto el candidato del Partido Popular intentaba explicar o proponer algo, de inmediato Sánchez le interrumpía.

Esto es una estrategia en debate clásica, pero cuando se hace de continuo, acaba siendo contraproducente para el que lo hace. Hemos visto un momento en el que Sánchez pretendía remontar, cuando le achacaba con datos, con evidencias e incluso con frases entrecomilladas, los pactos del PP con Vox. Pero es algo que está amortizado. Ya se aventuró el miedo de lo que iba a pasar si el PP pactaba con Vox y cuando pactó con Vox en Castilla y León, el PP ganó con mayoría absoluta en Andalucía, ganó con mayoría absoluta en Madrid y ha ganado las elecciones municipales y autonómicas.

Es decir, está amortizado ya ese presunto miedo. Pero también hemos visto un debate en el que no se han significado por lo que puedan hacer en cuanto a las propuestas. Pero sí hemos visto una imagen presidenciable de Feijóo en el que le ha tendido la mano, incluso, no a Sánchez, sino al PSOE que salga de Sánchez y un Sánchez maleducado, un Sánchez irrespetuoso, un Sánchez nervioso, un Sánchez que llegó en coche y se irá en Falcon. Un Sánchez que ha debatido con Red Bull, mientras que hemos visto a un Feijóo que ha argumentado con tila.

En esa tranquilidad hay mucho más que crecer y mucho más que votar que en el votante de Sánchez, que solamente ha aspirado a volver a los mantras radicales de siempre. Y finalmente, en ese minuto final, que tampoco sirve para nada, porque el verdadero minuto no lo cierra el debate, lo cierran las urnas el 23J. Por tanto, un debate en el que Feijóo no ha bajado al barro con Sánchez como Sánchez pretendía, un Sánchez irrespetuoso, maleducado, que no paraba de interrumpir y en el que solamente quería imponer su voz, aunque sea en tono bajo y, por el contrario, un aspirante que ha intentado, y yo creo que con solvencia y con tranquilidad, exponer su programa de gobierno y sus medidas en la parte económica, en la parte territorial, en la parte institucional, e incluso en la parte de gestión de Gobierno, Feijóo es mucho más solvente y está más preparado que Sánchez.

En la parte populista, en la parte de sacar al electorado más combativo, Sánchez tiene más de ganar. Hemos visto a un debatiente presidenciable frente a un debatiente activista. El 23J las urnas dictarán sentencia, pero ya les digo, ya les adelanto, que esta noche, a pesar de que los debates no modifican voto, han confirmado una tendencia: Feijóo será presidente del Gobierno.