Opinión

La Familia Real vive un día grande

Todo ha salido perfecto en este día tan importante que la Familia Real ha vivido de una forma muy intensa. Tanto la jura de la Constitución en el Congreso de los Diputados, engalanado con el inmenso baldaquino que sólo se usa en las grandes ocasiones y arropada por numerosos ciudadanos que querían ser testigos directos de un acontecimiento de carácter histórico, como la imposición del Collar de Carlos III, han transcurrido dentro de la absoluta normalidad.

La princesa ha entrado por la puerta grande en su tiempo como heredera de la Corona, un destino con el que nació hace dieciocho años y para el que ha sido preparada desde ese momento. Ella, con su aplomo, soltura y firmeza ha superado el reto de afrontar con éxito unos actos de gran calado que han producido una impresión muy positiva en general en los medios de comunicación españoles y extranjeros.

La sobriedad y la falta de ostentación han sido evidentes en una jornada en la que la tradición ha marcado el protocolo que pone en valor la trascendencia de un acto en el que la heredera de la Corona ha sellado un compromiso vital con la ciudadanía española representada por los diputados y senadores presentes en la Carrera de San Jerónimo. A todos ellos ha pedido que confíen en ella de igual manera que ella ha depositado toda su confianza en un futuro común para España. Y no sólo eso, sino que la princesa se ha comprometido a cumplir con los principios democráticos y con los valores constitucionales, que ha asumido plenamente. También ha agradecido la distinción que le ha concedido el presidente del Gobierno del Collar de Carlos III, una orden civil que premia los servicios al Estado y a la monarquía parlamentaria. Su lema Virtud y Mérito, ha dicho la princesa, la ha hecho suya a partir de hoy mismo.

Al terminar el almuerzo al que han asistido 150 invitados que iban desde el Gobierno en pleno a personas que trabajan en el staff del Palacio de la Zarzuela, los Reyes y sus hijas se han acercado a saludar a muchas de las numerosas personas que han permanecido durante horas frente al Palacio Real para expresar su admiración por la Familia Real. Ha sido un buen detalle de gratitud por parte de la Familia Real, que ha completado la jornada con una fiesta familiar de carácter estrictamente privado en la que se verá con su abuelo, el Rey Juan Carlos, y con otros miembros de su familia materna y paterna. No es frecuente este tipo de reuniones dentro de la Familia Borbón en los últimos tiempos, en los que se han vivido momentos de crisis y desavenencias. Lo que es evidente que la princesa celebrará su llegada a la mayoría de edad de forma muy diferente a cualquier otra chica joven de su edad, en donde lo que se pretende es que sea divertida y en absoluto formal como el caso de la princesa.