Opinión

¿Dormiría, desayunaría, comería y cenaría Marlaska con 77 euros al día?

A los guardias civiles de la UCO que están destapando los casos de corrupción del PSOE, y a los de otras unidades que tienen que desplazarse de una ciudad a otra para desarrollar su trabajo, el Ministerio de Interior de Fernando Grande-Marlaska les paga -cuando les paga, porque los agentes tienen que adelantar las dietas de su bolsillo- 77 euros diarios paras desayunar, comer, cenar y dormir, una cantidad irrisoria que lleva años congelada y que, por razones obvias, les obliga a hacer un ejercicio de austeridad superlativo.

No hay que ser un lince para concluir que con 77 euros diarios para manutención y alojamiento los agentes tienen que hacer un ejercicio de equilibrismo contable, pues los precios están como están. Pero es que, además, al tener ellos que adelantar el dinero, no son pocos los guardias civiles que tienen que privarse de algo tan básico como comer o cenar, porque carecen de recursos.

Tener que poner de su bolsillo 1.000 euros por adelantado no está al alcance de todos y la falta de dinero no está contemplada como justificación para eludir el servicio. Este problema también afecta a las unidades centrales de la jefatura de información y a las unidades especializadas GRS, entre otras sujetas a una gran movilidad.

La denuncia es clara y ponen un ejemplo: «A los agentes de la Unidad Central Especial número 1 de la Guardia Civil, encargada de la información sobre amenazas terroristas internas, que se tengan que desplazarse a Cataluña, les es imposible encontrar un alojamiento en Barcelona o Lérida por sólo 48 euros -la dieta del alojamiento-, por lo que los compañeros se ven obligados a poner la diferencia de su bolsillo».

Esto es, que encima les cuesta la prestación del servicio. «A veces Interior hace el pago por adelantado y otras a posteriori, «con una media de dos meses de retraso desde la finalización de la comisión». No estamos ante un caso aislado, sino ante una situación generalizada en la Guardia Civil, que está reclamando a Marlaska, sin éxito la actualización urgente de las dietas, fijadas en un Real Decreto que data de 2002. O sea, que llevan un desfase de 23 años. Marlaska, ráscate el bolsillo, que España «va como un cohete».