BLOC DE NOTAS

La deuda que nos deja Armengol

La deuda que nos deja Armengol

LUNES: LA CUARTA EN GASTO. En este país de charanga y pandereta, la deuda pública no ha parado de crecer, consolidándose por encima de los 1,52 billones, lo que supone un crecimiento de un 5,6% en términos interanuales. Esto lo dice el Banco de España. Respecto a las administraciones territoriales, el motivo que ahora nos ocupa, la deuda de las comunidades autónomas creció hasta los 32.000 millones de euros en marzo de 2023, mientras que la deuda de las corporaciones locales se situó en 23.000 millones. El campeón de esta deuda es la Comunidad Valenciana que, según los entendidos, es un infierno fiscal con el mayor descuadre económico de España con 55.032 millones de euros, lo que representan el 44,4 del PIB, pesando sobre cada valenciano una factura de 10.777 euros. Es decir, la mayor deuda y el mayor déficit del país.

Le sigue Castilla la Mancha con un endeudamiento del 33,4 del PIB que supone para cada ciudadano una deuda de 7.541 euros y le sigue Murcia, con un nivel de deuda de 7.423 millones. Pero, hete aquí la sorpresa, el cuarto lugar, entre las autonomías más endeudadas, le corresponde a Baleares con 8.847 millones de euros, un 26,6 del PIB y una deuda de 7.201 euros por habitante. Y este dinero se lo debemos al Estado y a los bancos. Esta es la herencia que nos deja Armengol con su PSIB nacionalista, arropada por Podemos y Més. Los comentarios a este bonito panorama se los dejamos al futuro gobierno, que deberá tratar de aclarar que han hecho con esta gran deuda cuando por el contrario se han llevado a cabo tan pocas realizaciones. Ah, la deuda pública a veces también baja. Asturias y Canarias la han reducido. Ya ven.

MARTES: BORRACHERAS Y BASURAS. El Ayuntamiento que hasta le fecha hemos padecido ha dejado sin resolver, como igualmente ha sucedido durante los anteriores años de su mandato, el reincidente problema de la Playa de Palma, donde en verano se convierte en el imperio de las borracheras rodeadas de basura, con el añadido de carecer de soluciones. A ello hay que sumar la falta de banderas azules y, para más inri, ahora llena de manteros y delincuencia. El gran problema de quienes ahora van a gobernar es ver si pueden tratar de solucionar este estado de cosas. Pero hay más. Resulta que ahora, después de la Playa de Palma, y como consecuencia de las interminables obras, también el paseo marítimo está en solfa por la inseguridad, ruido, descontrol y suciedad, hasta tal punto que los vecinos y comerciantes temen que Palma se convierta en una capital de segundo orden frente a otros destinos. Denuncian también las discotecas sin control y la venta de alcohol. Un panorama que conviene atajar antes de que se convierta en habitual y se cargue el mejor centro turístico de Palma.

MIÉRCOLES: EL OTRO MoMa. No caerá esta breva como ha sabido Málaga al lograr agenciarse una colección de museos de entre los más importantes del mundo como el Picasso, Thyssen, Pompidou o San Petersburgo. No, la cosa de este MoMa mallorquín no va de arte, lo que sucede es que un grupo de ciudadanos agrupados bajo este nombre ahora se les ha pasado por la cabeza reclamar, digo más, exigir que al Govern revoque la concesión del Ferrocarril de Sóller al denunciar que esta empresa privada no cumple con las condiciones establecidas y que la línea pase a la red pública de Servicios Ferroviarios de Mallorca. Entre otras cosas porque tiene descuentos solo para los residentes en Palma, Bunyola y Sóller, pero no para el resto de los mallorquines. Pero hay más, abogan para que la línea se preste por el mismo trazado que la línea del metro a la Universidad hasta Son Sardina y que desde allí mantenga el recorrido hasta el Port de Sóller. Un gran problema, sin duda, este del tren de Sóller. Sí señor. Ya ven, vecinos alarmados creando una asociación para… cargarse el tren turístico más atractivo de Mallorca.

Lo último en Opinión

Últimas noticias