El buen rumbo de Milei

Milei, Javier Milei, Argentina

Milei está enderezando la economía argentina, poco a poco, con grandes dificultades, debido a la pésima herencia recibida, tras ocho décadas de peronismo, especialmente malos los últimos, pero hay signos claros de ello.

Así, la inflación en abril rebajó su crecimiento al 2,8% mensual, casi un punto menos que el mes previo, con una tasa interanual 47,3%, la más baja en cuatro años, cuando el año anterior era del 270%. Del mismo modo, realizó un ajuste de 15 puntos de PIB sobre el gasto público sin que en el corto plazo hubiese una enorme contracción económica, aunque no esté exenta de cierto sufrimiento, cosa que siempre dijo Milei que pasaría, lógicamente. Ello lleva a que en marzo la economía argentina registrase un superávit primario del 1,7% el PIB en términos anuales.

Del mismo modo, al lograr ir embridando la inflación, todavía en tasas enormes, el Banco Central ha podido ir bajando los tipos de interés, con nueve bajadas, que han llevado al tipo de referencia al 29% desde el 133% que recibió.

Asimismo, la política desregulatoria para que el sector privado pueda competir generar eficiencia, es clara, y dota de seguridad jurídica al país. Eso hace que, pese a las huelgas de los grupos interesados en que nada cambie, la economía muestre signos de recuperación. Esa confianza hace que la prima de riesgo haya descendido de los hasta los 215 puntos, casi 1.700 menos que el nivel que recibió Milei, que muestra la confianza en la economía argentina debido a las medidas económicas impulsadas.

Milei, pese a no contar con mayoría parlamentaria -que podrá mejorar en la renovación parcial de este año-, está dando esperanza a Argentina, con resultados en la mano. Sus medidas liberalizadoras están dando confianza a los agentes económicos, reflejada en la mencionada bajada de la prima de riesgo país. Javier Milei está tratando de impulsar un cambio en la estructura económica argentina que necesita dicho país para ser reflotado y volver a la senda de la prosperidad de la que el peronismo la apartó hace ochenta años. Primero, ha de estabilizar a la economía argentina para que, una vez logrado esto, puedan crearse las bases sobre las que crear una buena prosperidad. Él mismo ha dado casi por concluido esta primera parte, diciendo que la economía está muy cerca de poder «volar».

Sus medidas buscan liberalizar la economía, eliminar trabas y obstáculos para que la economía pueda prosperar por sí misma, para que no sea una economía sostenida artificialmente, una economía pobre que viva del subsidio. Las medidas de Milei pretenden crear las condiciones para que Argentina despegue con la capacidad productiva privada. Tiene ingentes recursos naturales, tiene capacidad laboral y sólo hace falta que tenga libertad económica para poder crecer, y eso es lo que pretende Milei con sus medidas. Argentina, como he venido diciendo en OKDIARIO, ha encontrado una última oportunidad y no puede dejar que pase de largo. Las medidas de Milei son un auténtico plan de estabilización, que deben seguir cumpliéndose si quieren que la economía argentina resucite. España hizo su plan de estabilización y se incorporó al mundo desarrollado. Argentina puede hacer lo mismo ahora.

Aunque es pronto para poder obtener resultados definitivos de sus medidas económicas, los indicios son buenos y se van consolidando con el paso de los meses en gran parte por la credibilidad que los agentes económicos y el mercado les otorgan, que mejora las expectativas debido a que es el primer gobierno en muchas décadas que intenta librarse del yugo peronista que arruinó al país, y en buena parte por los primeros resultados de ajuste del saldo presupuestario, inflación, tipos de interés y prima de riesgo, que son positivos e incontestables.

Pese a los obstáculos del parlamento, Milei ha afirmado que va a hacer todo lo legalmente posible para poder llevar las reformas adelante, porque, de lo contrario, Argentina perderá lo que quizás sea su última oportunidad. Ojalá consiga llevar a cabo las reformas que liberalicen a la economía argentina y la saquen de su postración. Desde luego, Milei tiene esa intención y habla claro: lo hizo en su campaña electoral, lo hizo en Davos y lo vuelve a hacer ahora, lo cual es una novedad, pues no hay muchos políticos en cualquier lugar del mundo que les cuenten a los ciudadanos la realidad de lo que es necesario hacer, por amarga que ésta sea. El mercado, de momento, lo está valorando positivamente a la vista de la prima de riesgo y los datos de mejoría de elementos estructurales de la economía argentina están respondiendo adecuadamente. Le queda mucho por hacer, pero es el camino a seguir si Argentina quiere recuperar la prosperidad que perdió hace más de ochenta años. Milei sigue, con su valentía y profesionalidad, enderezando la economía argentina.

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