Biden no está dispuesto a regalarle a Sánchez la foto
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Pedro Sánchez intenta desesperadamente que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acceda a acudir a La Moncloa durante la próxima cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid entre el 28 y el 30 de junio. La insistencia es enorme, tanta como la resistencia de la Casa Blanca a prestarse a los deseos del presidente del Gobierno. Y es que en La Moncloa son conscientes de que la oportunidad es única y que, en caso de no conseguirlo, Sánchez se convertiría en el único presidente del Gobierno de España que ni ha recibido a un presidente de Estados Unidos ni ha sido recibido en la Casa Blanca por el máximo mandatario estadounidense.
La fotografía con Biden en La Moncloa se ha convertido para Pedro Sánchez en una obsesión, lo que revela hasta qué punto lo fía todo a la propaganda. Como si una imagen con el presidente de Estados Unidos pudiera convertirse en catapulta para recuperar la confianza de los españoles, Sánchez busca por todos los medios que la Casa Blanca acceda a un encuentro que para el presidente del Gobierno sería vital. No deja, en todo caso, de resultar patético que el jefe del Ejecutivo piense que un encuentro con Biden le ayudaría a recuperar el pulso perdido. Sin embargo, hasta ahora, la Casa Blanca marca distancias y fija sus propias condiciones: el encuentro no será, bajo ningún concepto, fuera de la cumbre de la OTAN, de modo que no concederá a Pedro Sánchez la baza que anda buscando. Y es que, no nos engañemos, el Gobierno socialcomunista español no inspira demasiada, por no decir ninguna, confianza en la Administración estadounidense, que no está dispuesta a que Pedro Sánchez utilice el encuentro como baza electoral.
La actitud mendicante de Pedro Sánchez hacia el presidente de Estados Unidos contrasta con el beligerante activismo antiamericano de sus socios podemitas de Gobierno. En estas circunstancias, Biden seguirá dejando claro que el Ejecutivo español le parece un bulto sospechoso. Y no le falta razón.