Opinión

Begoña Gómez no es que se llevara el trabajo a Moncloa, sino que se llevó a media Complutense

A lo que no respondió Begoña Gómez es a esto: ¿Utilizó usted la sede de la presidencia del Gobierno para sus negocios particulares? Parece evidente que la mujer del jefe del Ejecutivo se sirvió de los medios de Moncloa para sus actividades empresariales, convirtiendo la residencia oficial en sede para impulsar su cátedra en la Universidad Complutense. El codirector de la cátedra de Transformación Digital Competitiva José Manuel Ruano de la Fuente y la coordinadora, Blanca de Juan, se reunieron en varias ocasiones con Begoña Gómez en dependencias presidenciales, lo que viene a confirmar que Moncloa se convirtió en sede alternativa de sus actividades académicas.

O sea, que por allí pasaron desde el rector de esta universidad al equipo más próximo de la mujer del presidente. O sea, que la cátedra tuvo su prolongación en las dependencias del palacio presidencial, por donde desfilaron los máximos responsables del centro universitario, además de su socio, Juan Carlos Barrabés,  impulsor y gurú de la cátedra y ahora también imputado por tráfico de influencias y corrupción en los negocios.

OKDIARIO ha desvelado que Begoña Gómez llegó incluso a promocionar el software para empresas por el que está siendo investigada desde los despachos presidenciales. Por supuesto, ante el juez Peinado la mujer del presidente del Gobierno lo ha negado todo y encadenó una serie interminable de «jamás». Y, por si fuera poco, ha descargado cualquier supuesta irregularidad en la Universidad Complutense. O sea, que ella no hizo nada y que si hubo algo de dudosa legalidad fue porque ella no se ocupaba de los aspectos jurídicos. En definitiva, que se limitaba a hacer de mujer del presidente del Gobierno. Iba, hacía y deshacía, pero como era la esposa del jefe del Ejecutivo nadie le dijo nunca que había cosas que no tenían precedentes. Empezando por el hecho insólito de que dirigiera una cátedra sin contar con titulación oficial.