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Los expertos ponen el grito en el cielo: el Teide lleva 20 siglos ‘enfermo’ por la desaparición de este árbol

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

La desaparición progresiva de un árbol ancestral en el Parque Nacional del Teide ha puesto en jaque a numerosas especies endémicas.

Los resultados de una investigación internacional sobre este fenómeno fueron publicados en la revista Global Ecology and Conservation, lo que ha encendido todas las alarmas entre la comunidad científica.

El Teide sufre 20 siglos de deterioro ambiental por la pérdida de este árbol

El Parque Nacional del Teide, considerado una de las joyas naturales de Canarias, ha sufrido durante los últimos veinte siglos una pérdida progresiva de los bosques de cedro canario (Juniperus cedrus).

Según recoge La Provincia, este proceso ha derivado en una grave alteración del equilibrio del ecosistema. El estudio revela que el espacio de alta montaña ha visto desaparecer alrededor del 70% de las interacciones originales entre flora y fauna, dejando al menos 6 de cada 10 especies vegetales endémicas al borde de la extinción.

Los científicos advierten que el Teide sólo funciona actualmente al 30% de su capacidad ecológica. En otras palabras, el parque opera como un sistema debilitado, donde las conexiones entre plantas y animales se han reducido de forma alarmante.

El colapso de la dispersión de semillas amenaza al ecosistema del Teide

Uno de los indicadores más preocupantes que se desprende del informe es el colapso en los procesos de dispersión de semillas. Este mecanismo es esencial para que muchas plantas se reproduzcan, mantengan su diversidad genética y se expandan por el territorio.

Antiguamente, aves como el mirlo común (Turdus merula), el mirlo capiblanco (Turdus torquatus) o el petirrojo tinerfeño (Erithacus superbus) eran los principales responsables de esta labor.

Sin embargo, hoy su presencia en el Parque Nacional es escasa. En su lugar, algunos reptiles han asumido parcialmente la tarea, aunque con una eficacia mucho menor debido a que recorren distancias cortas, insuficientes para garantizar la regeneración del bosque.

Especies endémicas del Teide en peligro por la deforestación histórica

La tala histórica de los bosques de cedro desencadenó un efecto dominó que sigue repercutiendo en el presente. Actualmente, de las 6 especies con frutos carnosos que habitan en el Teide, 4 se encuentran amenazadas.

Entre ellas destacan el propio cedro canario, reducido a unos 1.250 ejemplares, y otras plantas únicas de la isla como la bencomia de cumbre (Bencomia exstipulata), el moralito (Rhamnus integrifolia) y la rosa del Teide (Rosa canadas-teydensis), de la que apenas quedan un centenar de individuos documentados.

La situación también afecta a los animales frugívoros que dependen de estas especies. Según el estudio, al menos 4 de las 9 especies registradas en la zona están hoy bajo protección especial.

Restauración ecológica y medidas urgentes para salvar el Teide

Para dimensionar el problema, los investigadores realizaron una reconstrucción histórica del ecosistema del Teide, basándose en interacciones mutualistas conocidas. Esta metodología trata de comprender cómo funcionaban los sistemas ecológicos en su estado prístino y qué medidas pueden aplicarse para restaurarlos.

La gestión del Parque, coordinada por la empresa pública Gesplan, ya contempla un plan de repoblación del cedro canario con un presupuesto de 1,1 millones de euros y horizonte 2026.

Por último, los expertos recalcan que estas acciones deben reforzarse con una implicación más amplia, que incluya limitaciones al turismo masivo y a actividades como la apicultura o determinadas pruebas deportivas.