Por qué nunca deberías conducir siguiendo a un amigo: nunca lo habías pensado

  • Juan Carlos Acero
  • Desde 2014 especializado en la redacción de contenidos y el marketing. Me encanta escribir sobre automoción y el mundo de la empresa. En mi carrera como redactor he escrito para multitud de medios especializados.

Si estabas pensando que no hay nada malo en conducir siguiendo a tus amistades, te equivocas. Estamos ante un mal comportamiento que conviene que no vuelvas a hacer.

Seguro que en más de una ocasión has incurrido en esta situación, pero estamos ante algo que puede suponer un mayor peligro del que pudiésemos pensar en un primer momento.

Lo cierto es que el estar siguiendo a otro conductor puede llegar a dar como resultado una conducción bastante peligrosa, lo que puede terminar acabando en un accidente.

Estudios de la Universidad de Arizona (USA), lo confirman

Existen estudios al respecto y como decimos, la Universidad Estatal de Arizona, en los Estados Unidos de América ha demostrado que el seguir a las amistades con el coche hace que incurramos en bastantes peligros.

El estudio fue publicado en la publicación “Frontiers in Psychology” y en el estudio, Rober Gray, un profesor de ingeniería y líder en materia de investigación, llegó a esta conclusión después de haber analizado un accidente para un juicio. En el mismo, lo que sucedió es que el conductor terminó herido grave al seguir a un amigo conduciendo.

¿Quiénes fueron objetos del estudio?

Para este estudio contaron con 16 estudiantes que contaban con un abanico de edad entre los 18 y los 22 años con licencia de conducir.

Cada estudiante con carnet tuvo que encontrarse entre tres escenarios distintos, de tal forma que se analizase el comportamiento en cada uno de los mismos.

¿Qué conclusiones se pudo extraer del informe?

Después de que se analizasen los comportamientos, como por ejemplo la distancia respecto al vehículo de delante, la velocidad o el tiempo que tardaban en el cambio de carril, se llegó a una serie de conclusiones.

En este sentido, lo que ha dicho Robert Gray en Science Daily es que cuando los conductores estaban siguiendo a otro coche se comportaban de forma diferente al conducir, incluso llegando a aumentar las probabilidades de que nos podamos ver involucrados en un accidente.

Las conclusiones fueron claras, puesto que no solo hacían una conducción más veloz, también cometían más fallos y sus reacciones terminaban siendo erráticas.

El comportamiento al compararse con la conducción siguiendo a un GPS, las diferencias eran importantes. Seguir a las amistades hace que queramos que no se nos pierda, lo que hace que nuestra conducción sea más estresante, con muchos acelerones y en no pocas ocasiones, haciendo maniobras sin pensarlo tanto.

Conclusiones

Como has podido ver, lo mejor es no seguir a un amigo, puesto que los riesgos son mayores, especialmente cuando sea por la ciudad. No merece la pena arriesgarse, por tanto, y así conducirás más seguro y con menos estrés.