Prueba del Kia Rio 1.2 CVVT 84 CV Emotion

Kia presentó no hace mucho de una tacada las versiones renovadas del Picanto, el Venga y el Rio. Tres maneras diferentes de afrontar la vida en ciudad. El primer de ellos es un coche 100% urbano. El segundo, un monovolumen compacto que demuestra que este tipo de coches también pueden ser compactos. Y el tercero, un utilitario de toda la vida. Ese tipo de coches con los que te defenderás como pez en el agua en las grandes urbes, pero que a la vez te puede sacar de un apuro cuando te echas a la carretera. La competencia en este segmento es fuerte, pero los argumentos del Rio también.

Diseño

La esencia de todos los Kia de nueva generación está presente en el nuevo Rio. Su característica parrilla delantera, rodeada por unos agresivos faros y las luces diurnas LED, crean una imagen frontal perfectamente reconocible. Cuando veas acercarse al Rio por el retrovisor, sabrás que es él. Personalmente me gusta mucho que todos los modelos de una marca sigan una misma línea estética, solamente diferenciada por matices. Es un claro síntoma de que ésta tiene perfectamente claro el camino a seguir.

El perfil de líneas sobrias y fluidas da un toque extra de deportividad, ya que está hecho de tal forma que parece que va aumentando su musculatura según nos acercamos a la zaga, una zona que también cuenta con personalidad propia gracias al original diseño de sus ópticas, dotadas de tecnología LED en el acabado Emotion, el más completo de todos. También se incluyen unos cristales traseros sobre tintados, lo que aumenta la sensación de deportividad. En cuanto a las medidas, estamos hablando de un coche de 4,05 metros de largo, 1,72 de ancho y 1,45 de alto. A pesar de no ser el coche más grande del mundo, estamos hablando de una habitabilidad interior más que aceptable, y todo sin renunciar como veis a unas cotas que nos permitan conducir un coche muy eficaz cuando se trata de enfrentarnos a las dificultades que el día a día de las grandes ciudades presenta.

Interior

Como decíamos en una primera pincelada mientras hablábamos de su diseño exterior, la habitabilidad del nuevo Kia Rio es destacable. Obviamente, estamos hablando de un coche urbano y no podemos esperar que 5 adultos viajen de una forma holgada, pero sí que podrás hacer trayectos cortos con este número de personas a bordo sin que nadie se queje. Y menos el que viaje contigo en la parte delantera, donde el espacio disponible es sorprendente. Solamente le pongo una pega. No fui capaz de encontrar una posición de conducción donde la rodilla derecha no me golpease en repetidas ocasiones con la parte baja del soporte del volante. En cuanto al diseño, Kia ha apostado por lo funcional.

Al contrario de lo que sucedía con el Kia Pro Cee’d GT, un coche que aspira a otra cosa, en el Rio tenemos un cuadro de mandos y una consola central muy convencional. No te faltará de nada, pero tampoco te sorprenderá. No me gustó la situación de los mandos del volante, colocados en la parte baja del mismo, lo que provocaba que tuviese que hacer movimientos poco naturales para manipularlos. Se podría haber mejorado también el aislamiento del habitáculo, donde el ruido exterior, tanto del motor como de la rodadura, se cuela con demasiada alegría.

En cuanto al maletero, estamos hablando de una capacidad de 288 litros, cifra que asciende hasta 923 si abatimos los asientos traseros. No tendremos problemas para irnos de vacaciones con el Rio si somos entre 2 y 3 personas, aunque con 4 o 5 tendremos que pensar bien lo que queramos llevarnos para que entre todo sin problemas. Algo que, por cierto, le sucede a todos sus rivales. Va con el segmento.

Motor y consumos

El motor de la unidad de pruebas que tuvimos del Kia Rio es el 1.2 CVVT de gasolina tetracilíndrico, capaz de desarrollar una potencia de 84 CV. Estamos hablando de un propulsor que se defiende especialmente bien en ciudad. Suave y progresivo serían dos de sus características más destacables. Sin embargo, en carretera se queda algo corto. Las recuperaciones se hacen bastante costosas, algo a lo que ayudan unos desarrollos de cambio más largos de lo habitual al contar con una transmisión de 5 velocidades en lugar de 6, como dispone la versión diesel. El funcionamiento de la caja de cambios no tiene pega alguna, con una palanca que ofrece un tacto agradable y que responde de forma eficaz en todo momento.

Si hablamos de consumo, quizás esperábamos algo menos. En la ficha de homologación Kia nos dice que el Rio es capaz de firmar 5 l/100 km. Sin embargo, un servidor fue incapaz de bajar de los 7,2 l/100 km durante la semana que duró la prueba, a pesar de disponer de serie del sistema de parada y arranque Stop/Start. De esta forma me aventuro a recomendarte que apuestes por el motor diesel de 75 CV. Además de presentar unos consumos más contenidos, se defiende algo mejor en ‘campo abierto’.

Comportamiento

Kia tenía muy claro desde el principio lo que quería ofrecer con el nuevo Rio, y lo ha conseguido. Estamos hablando de un coche pensado por y para la ciudad, a pesar de que como os hemos dicho antes nos saque puntualmente de algún aprieto en carretera. Esto significa que se ha dado prioridad al confort en marcha sobre todas las cosas. Es decir, que estamos ante un coche ‘blandito’, que quizás no sea el más eficaz a la hora de afrontar una carretera con curvas -donde se defiende con decencia, por cierto- pero que nos permitirá circular por cualquier lugar que se te ocurra sin que nuestra espalda note un ápice de las irregularidades del asfalto.

Tratándose del coche del que se trata, esta apuesta la veo como un acierto. En cuanto al tacto de la dirección, me ha sorprendido para bien. Hay algunos vehículos de este segmento que, en busca de la mayor comodidad posible, acaban equipando un sistema que provoca una sensación de flotación en el volante. Personalmente detesto ese ‘feeling’, ya que lo único que me transmite es una falta de seguridad. Por suerte, el Kia Rio no es así.

Su volante es directo y preciso, con el punto de dureza justo para que logremos transmitir exactamente el grado de giro que queremos en cada momento. Otro de los elementos que es un ‘sospechoso habitual’ en este tipo de vehículos es el freno. En algunos casos, estamos hablando de un pedal central excesivamente blando que de nuevo crea una sensación de inseguridad al pisarlo. Y de nuevo, no es el caso del Rio. Sin llegar a dotarlo de un tacto deportivo, Kia ha apostado por un pedal lo suficientemente firme como para sentirnos totalmente cómodos con el en cualquier situación.

Equipamiento

La unidad de pruebas que tuve del Kia Rio era la que contaba con el acabado Emotion. O lo que es lo mismo, la que viene equipada ‘hasta los dientes’. Esto se traduce en un coche que dispone de llantas de aleación de 16 pulgadas, ópticas traseras con tecnología LED, retrovisores exteriores plegables con intermitentes incorporados, volante y palanca de cambios de piel, climatizador automático, lunas traseras tintadas, sensor de lluvia, control de crucero con limitador de velocidad, Bluetooth, navegador 2.0 con cámara de visión trasera y sensores de aparcamiento, entre otros elementos.

Ficha técnica
Motor
Situación Delantero transversal
Nº Cilindros 4 en línea
Tipo de combustible Gasolina
Compresión 10,5 a 1
Potencia (CV/rpm.) 84 a 6000
Par máximo (Nm/rpm.) 122/4000
Transmisión
Tipo Manual
Cambio 5 marchas
Bastidor
Suspensión delantera McPherson/Resorte helicoidal
Suspensión trasera Rueda tirada con elemento torsional/Resorte helicoidal
Frenos
Delanteros Discos ventilados 280 mm
Traseros Discos 262 mm
Dirección Cremallera eléctrica
Diámetro de giro (m.) 10,5
Neumáticos 195/55 R16
Llantas 16 pulgadas
CARROCERÍA
Nº de plazas Cinco
Peso en vacío (kilos) 1.127 kg
Depósito de combustible (litros) 43
Largo (mm.) 4.050
Ancho (mm.) 1.720
Alto (mm.) 1.455
Vía delantera (mm.) 1.507
Vía trasera (mm.) 1.511
Distancia entre ejes 2.570
Capacidad del maletero (litros) 288-923
Prestaciones
Velocidad máxima (km/h.) 167
Aceleración de 0 a 100 Km/h. (seg.) 13,4
Consumos
Urbano (litros/100 km) 6,3
Extraurbano (litros/100 km) 4,2
Mixto (litros/100 km) 5,0

 

Conclusión y rivales

Apostar por el Kia Rio es apostar sobre algo seguro. Es cierto que el segmento de los utilitarios tiene multitud de opciones cada vez con unos precios más competitivos, con lo que la ventaja de la marca coreana en este apartado se ve mitigada respecto a otros. No obstante, los 16.765 euros que cuesta esta versión del Rio -descuentos aparte- me parecen bastante equilibrados.

Lo que sí será complicado que encuentres es un coche de la competencia por este precio y semejante nivel de equipamiento. Además, Kia siempre tendrá la ventaja de su famosa garantía de 7 años. Aunque, como te digo, en esta ocasión la diferencia de precios no es tan elevada como por ejemplo sucedía con el Kia Pro Cee’d GT y sus contrincantes.

Rivales
Lo mejor
Lo peor