V8, una especie en extinción

Estamos viviendo una época donde menos es más. El ‘downsizing’ le llaman. O lo que es lo mismo, fabricar motores cada vez más pequeños que, gracias a turbocompresores y demás ‘trucos’ den unas prestaciones cada vez mayores. ¿Y por qué se está haciendo eso? Por la ‘fiebre verde’ que impera en el planeta últimamente, donde las emisiones de cada nuevo modelo se observan con lupa.

Esto está haciendo que los motores con los que todos hemos soñado alguna vez, vayan desapareciendo. Unos de los más populares son los que cuentan con una arquitectura de 8 cilindros en V. Incluso mitos como el BMW M3 han dejado de equipar un propulsor de estas características. Seguro que la nueva mecánica de BMW para el M4 es un auténtico escándalo a nivel de prestaciones, pero le falta algo. Ese intenso bramido típico de los V8. Por desgracia, será cada vez menos habitual que asistamos al nacimiento de nuevos modelos con un motor así, pero esto es tan cierto como que aún tenemos en el mercado varios ejemplos con los que seguir soñando. Como por ejemplo…

Jaguar F-Type R Coupé

La versión de techo cerrado de uno de los Jaguar más espectaculares de la historia cuenta bajo su capó con un escandaloso motor V8 de 5 litros y 550 CV. Y lo de escandaloso no solo es por sus cifras, sino que, en el sentido más literal de la palabra, también lo es por el ruido que emite por cada una de sus cuatro salidas de tubo de escape. Es casi imposible que si una unidad de este felino feroz pasa a dos manzanas de tu posición, no lo escuches. Y, además, aporta un plus de exclusividad importante, ya que no es, sorprendentemente, uno de los más populares del segmento.