guerra comercial

Biden cuadruplica los aranceles a los coches eléctricos chinos y presiona a Europa para hacer lo mismo

Esta medida tiene como objetivo proteger a la industria del vehículo estadounidense

  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

Estados Unidos ha multiplicado por cuatro los aranceles a las importaciones de coches eléctricos procedentes de China, que pasan del 25% al 100%. Además, el Gobierno de Joe Biden respalda la imposición de estas trabas comerciales a las placas fotovoltaicas, la industria de los semiconductores y las grúas portuarias a fin de «proteger a los estadounidenses de las prácticas comerciales desleales de China».

La Casa Blanca dice que las medidas son necesarias, porque China está inundando los mercados globales con exportaciones artificialmente baratas. Según el Ejecutivo demócrata, estas nuevas medidas afectan a las importaciones procedentes del gigante asiático por un valor total de unos 18.000 millones de dólares (16.667 millones de euros).

Esta medida tiene como objetivo proteger a la industria del vehículo estadounidense, que se prepara para recibir cientos de miles de millones de dólares en subsidios federales para fomentar la transición hacia el vehículo eléctrico.

Durante estos últimos días y tras la visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a Francia, el Gobierno chino criticó la posición de Washington, asegurando que el «problema de exceso de capacidad china no existe».

Los aranceles sobre las baterías de iones de litio para vehículos eléctricos, así como sobre sus piezas, aumentarán del 7,5% al 25% este año, mientras que las baterías de iones de litio no utilizadas para vehículos eléctricos darán el mismo salto en 2026. Los aranceles para las placas solares subirán del 25% al 50% este año.

Aranceles a los coches eléctricos de China

Estados Unidos considera que China ha contribuido «con el robo de propiedad intelectual» al control de hasta el 90% de la producción mundial de «insumos críticos» para la industria tecnológica, de infraestructura y atención médica.

«Esto crea riesgos inaceptables para las cadenas de suministro de Estados Unidos y la seguridad económica», ha insistido la Casa Blanca asumiendo también que esta tendencia contribuye «a un creciente exceso de capacidad y de aumentos repentinos de las exportaciones de China que amenazan con dañar significativamente a Estados Unidos».

Durante estos últimos días y tras la visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a Francia, el Gobierno chino criticó la posición de Washington asegurando que el «problema de exceso de capacidad china no existe».