¿Puedo bañarme con mi gato en la piscina?

A la mayoría de los gatos no les gusta demasiado el agua, hay muy pocas razas que verdaderamente disfrutan de la piscina o de la playa. En general, huyen de ella y la miran con desconfianza, por eso no es frecuente ver disfrutar a un gato en la piscina.  Los investigadores explican este comportamiento felino por una razón genética. La gran mayoría de las razas de gatos son originarias de zonas áridas, desérticas, donde el agua no es abundante.  De ahí que no encuentran ningún atractivo en la piscina.

¿Se siente mal el gato en la piscina?

Que al gato no le atraiga naturalmente el agua no quiere decir que lo perjudique.  Como ocurre con muchas habilidades y costumbres de las mascotas, el entrenamiento genera hábitos.

El gato es una mascota muy afectuosa. Si su tutor lo invita gradualmente a acompañarlo en la piscina, al animal puede agradarle.  Lo vivirá como un mimo y seguramente lo disfrutará.

Jamás debe obligarse a un gato a meterse en la piscina.  No existe una causa que justifique la necesidad de obligar a introducirse al gato en ese entorno de agua.  Las mascotas no son juguetes que deben sacrificarse por el capricho de sus tutores; solo si el animal manifiesta intenciones de bañarse, será apropiado acompañarlo y estimularlo para que lo haga.

Y a quienes les guste la compañía de un gato en la piscina, la sugerencia es adoptar un Van Turco, Maine Coon, Pixie Bob y Savannah. Estas son razas nadadoras que disfrutarán de un buen baño.

Precauciones para introducir un gato en la piscina

Cuando un gato entra a una piscina o cae en ella,  inmediatamente comienza a moverse y a desplazarse de un lado a otro.  Sin embargo, salir del agua por sí mismo le es muy dificultoso y a veces imposible. El cansancio le impedirá seguir manteniéndose a flote y morirá ahogado si nadie lo rescata.

La temperatura del agua también le afecta. Los gatos no son amigos del agua muy fría y sufren en ella. Por otra parte, las sustancias como el cloro que habitualmente mantiene la piscina limpia, perjudica al animal, puede causarle afecciones en la piel. Además, si el animal la bebe  es posible que le ocasione trastornos digestivos.

En todos los casos, sea cual sea la raza y la condición del animal, el gato no debe permanecer mucho tiempo dentro de la piscina. Aunque disfrute del baño, es mejor que esos momentos de diversión no sean demasiado prolongados.

La piscina es un espacio de riesgo para tu gato.  No lo obligues a meterse contigo si lo ves contrariado. Y si disfruta del agua, ten en cuenta las sugerencias que te hemos presentado.