¿Hay señales de los caballos en la prehistoria?
Muchos de los animales domésticos que ahora tenemos ya existían en el comienzo de los tiempos. ¿Hay señales de caballos en la prehistoria?
Imaginar un mundo en donde los caballos abundan en todos sus colores, tamaños y formas no algo irreal, ya que alguna vez sucedió. Los equinos que hoy vemos tan solo representan una pequeña rama de un gran árbol genealógico que se extiende por millones de años. Muchas de esas ramas ya se han extinguido, algunos caballos incluso eran apenas más grandes que un perro pequeño. Los caballos en la prehistoria han evolucionado durante alrededor de 55 millones de años.
Los caballos en la prehistoria y su evolución
La historia del caballo se remonta a unos 55 millones de años atrás y se trataba de un animal con un aspecto muy distinto al de hoy en día. Los caballos prehistóricos eran muy pequeños, aproximadamente del tamaño de un perro o un corderito y se los llamaba Hyracotherium (o a veces Eohippus).
Lograron evolucionar gracias a la radiación de los mamíferos que siguió a la extinción de los dinosaurios. Este ancestro lejano del caballo vivía en las selvas tropicales de América del Norte y se alimentaba de hojas.
Algunas especies de caballos se extinguieron con el tiempo, pero ciertas líneas de estos primeros caballos continuaron desarrollándose en respuesta a depredadores, competidores y condiciones ambientales cambiantes.
A medida que los años pasaban, estos ancestros del caballo iban creciendo en tamaño. Sus piernas se volvieron más largas, desarrollaron ligamentos fuertes y los pies que solo tenían un dedo gordo central se transformaron en un solo casco.
Las selvas tropicales de lo que ahora conocemos como América del Norte se secaron surgiendo las montañas rocosas. Las grandes llanuras se cubrieron de hierbas en ambos lados de los picos y los caballos en la prehistoria se adaptaron a consumir la hierba de la pradera, que si bien era algo dura cada vez había más abundancia de ella. Esto constituyó sus fuertes mandíbulas y el agrandamiento de sus dientes.
La llegada del caballo a nuevas tierras
Mediante puentes de tierra, estos prototipos de caballos llegaron desde las Américas hasta Asia, expandiéndose después por toda Europa. Se estima que hace unos 10.000 años la figura del caballo desapareció por un tiempo de América. Esto pudo deberse al cambio climático o a la llegada de cazadores que en un inicio sólo lo buscaban por su carne y no veían las necesidades de transporte.
Pinturas rupestres de los primeros humanos en Francia, que datan de hace más de 17,000 años, muestran hermosas representaciones de caballos; más tarde las sociedades humanas nombraron constelaciones en honor al caballo.
La domesticación del caballo marcó una gran innovación en el transporte y la comunicación. Los humanos tuvieron la posibilidad de viajar más lejos y podrían llevar muchas más cosas con ellos. Los jinetes también llevaban mensajes y la velocidad a la que los humanos podían viajar aumentó a la de la caminata, trote o galope de un caballo; un rango de aproximadamente 4 millas por hora a 55 millas por hora (la velocidad récord de galope en distancias cortas).
Temas:
- Caballos
Lo último en Mascotas
-
El gesto de las mascotas antes de morir que destroza a los veterinarios
-
Se ha puesto de moda en España: la tendencia para sacar a tu perro que dice adiós a la correa para siempre
-
Por qué tu gato se come las plantas de casa: cómo evitar este riesgo para su salud
-
Los expertos lanzan un importante comunicado a las personas que tienen niños y cobayas en casa
-
El alimento casero que puede enfermar a tu gato: los veterinarios piden no dárselo porque es tóxico
Últimas noticias
-
Aviso muy importante si aplastas las arañas que encuentras en casa: no vuelvas a hacerlo
-
Meta AI de WhatsApp es peligrosa y la tienes que desactivar urgente: así se quita el círculo azul
-
La ‘ciudad antiokupa’ madrileña que ha creado el plan más ambicioso de España para acabar con los okupas
-
Confirmado por los expertos: el mejor queso del mundo es de Mercadona y es un manjar
-
Palo definitivo de Hacienda confirmado: adiós a las transferencias entre padres e hijos