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Esto que haces al calcular la edad de tu perro está mal y no sirve de nada: la ciencia lo ha confirmado

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Los perros han pasado a formar parte fundamental de la vida de millones de personas en todo el mundo, razón por la cual es de especial interés conocer cada etapa de la vida de nuestros compañeros de cuatro patas. Durante décadas, se ha popularizado una fórmula tan sencilla como errónea para conocer la edad de un perro: multiplicar sus años por siete y así obtener su equivalente en años humanos. Sin embargo, estudios recientes han determinado que la regla de los «siete años por cada año de perro» es poco fiable porque la edad canina no puede simplificarse de manera tan lineal.

Esta fórmula probablemente surgió de manera anecdótica, basada en la observación de que los perros generalmente viven entre 10 y 15 años, mientras que los humanos tienen una esperanza de vida aproximada de 70 a 80 años. Pero hay que tener en cuenta que el envejecimiento de los perros no es lineal. Los primeros años de vida canina transcurren mucho más rápido que los últimos, especialmente en razas pequeñas. Por ejemplo, un cachorro de un año no equivale a siete años humanos: su desarrollo físico y emocional es mucho más rápido. La madurez sexual y social llega a menudo en los primeros 12 a 18 meses de vida, lo que para la regla de los siete años sería como equiparar un año de perro con siete humanos.

El error más habitual al calcular la edad del perro

Uno de los factores más determinantes es la raza y el tamaño del animal. Los estudios han demostrado que los perros de razas grandes envejecen antes que los perros pequeños. Por ejemplo, un gran danés de cinco años puede presentar signos de envejecimiento similares a los de un terrier de 10 años.

La genética también desempeña un papel fundamental. Existen razas con predisposición a ciertas enfermedades que pueden acelerar el envejecimiento, mientras que otras razas cuentan con una robustez genética que favorece la longevidad. La salud del perro, su alimentación, nivel de actividad física y cuidados veterinarios preventivos son igualmente determinantes para su envejecimiento.

El estilo de vida también es clave. Los perros que viven en ambientes estimulantes, con paseos diarios, interacción social y enriquecimiento mental, no sólo tienen una mejor calidad de vida, sino que muestran menos signos de envejecimiento prematuro. Por el contrario, la falta de actividad, la obesidad o el estrés prolongado pueden acelerar la aparición de problemas articulares, cardíacos y cognitivos, afectando la percepción de su «edad real».

Cómo saber cuándo un perro entra en la vejez

Entender cuándo un perro es «viejo» no depende lo de los años que tenga. Existen signos físicos y conductuales que permiten identificar el inicio de la vejez canina:

Cabe recordar que, al final, lo importante no es tanto calcular la «edad humana» de un perro, sino evaluar su calidad de vida y adaptar su cuidado a sus necesidades reales. Un perro de 10 años pequeño puede estar más activo y saludable que un perro grande de siete años. Por eso, los expertos recomiendan observar signos físicos y conductuales, más que obsesionarse con el número de años.

Principales cuidados

Reconocer cuándo un perro entra en la etapa senior es fundamental para adaptar sus cuidados: