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Adiós a uno de los restaurantes más famosos de Madrid: cierra sus puertas y es definitivo

Restaurantes en Madrid
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Madrid, la capital de la gastronomía de España, ha sido testigo de un cierre inesperado que ha dejado a muchos sorprendidos: el restaurante Robuchon, uno de los establecimientos más exclusivos y prestigiosos de la ciudad, ha cerrado sus puertas tras poco más de dos años abierto. Este restaurante, que abrió en septiembre de 2022, había llegado a la capital con el ambicioso objetivo de continuar el legado de Joël Robuchon, el legendario chef francés y uno de los más homenajeados de la historia de la alta cocina.

En una ciudad que cuenta con una impresionante oferta gastronómica, con chefs de renombre y una diversidad culinaria que la hace única, el cierre de Robuchon Madrid marca un hito significativo. Situado en el emblemático Paseo de la Castellana, en el mismo espacio que ocupaba el histórico Embassy, el restaurante Robuchon Madrid buscaba fusionar la tradición culinaria francesa con toques innovadores, reflejando el legado de su fundador. Sin embargo, apenas dos años y medio después de su apertura, el restaurante ha anunciado su cierre definitivo, lo que plantea una serie de preguntas sobre las dificultades que enfrentan los proyectos gastronómicos de alto nivel en Madrid.

El sueño de Robuchon en Madrid

El proyecto Robuchon Madrid no sólo representaba la continuación del trabajo de Joël Robuchon, sino que también traía consigo una visión renovada de la alta cocina. En sus más de 900 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, el restaurante contaba con tres espacios diferenciados: L’Atelier, L’Ambassade y Le Speakeasy.

Cada uno de estos lugares estaba diseñado para ofrecer experiencias únicas, desde la alta cocina francesa más sofisticada hasta un ambiente más informal en el bistrot L’Ambassade, pasando por una carta exclusiva de cócteles de autor en Le Speakeasy. La intención era crear un lugar donde se unieran la tradición y la innovación, reflejando la pasión de Robuchon por la cocina francesa y su admiración por la cultura japonesa, una de sus influencias más destacadas.

El espacio en sí mismo, diseñado por el interiorista Lázaro Rosa-Violán, era una obra de arte que intentaba transmitir la sofisticación y el lujo de la cocina de Robuchon. Sin embargo, la magia de un restaurante no solo depende de su diseño o de la calidad de sus platos, sino de la capacidad para conectar con su público. A pesar de las altas expectativas y de la relevancia del nombre que llevaba consigo, Robuchon Madrid no logró sostener el éxito a largo plazo que muchos anticipaban.

Esta situación refleja una realidad cada vez más evidente: que incluso los restaurantes con una reputación internacional y el respaldo de un chef de la talla de Robuchon pueden enfrentar enormes dificultades para mantenerse en el competitivo y desafiante mercado de la alta gastronomía madrileña.

Uno de los mayores retos que enfrentan este tipo de restaurantes en Madrid es la percepción del valor de los menús degustación. Con precios que a menudo superan los 200 euros por comensal, muchos se cuestionan si este tipo de oferta puede ser sostenible en una ciudad donde la cultura gastronómica se basa en una excelente relación calidad-precio, como sucede con las tapas o los menús más accesibles. Joël Robuchon ya había advertido sobre esta dificultad antes de su fallecimiento, señalando que en España era complicado competir con precios elevados en la alta cocina. «¿Quién va a pagar 250 euros por un menú en España?», se preguntaba el chef, enamorado al mismo tiempo de la cultura española y sus tapas, mucho más accesibles.

El cierre de Robuchon Madrid ha dejado, además de un vacío en la escena gastronómica de la ciudad, una profunda incertidumbre para sus empleados. Con 37 trabajadores afectados por esta decisión, muchos se han encontrado en una situación de total desconcierto, ya que la dirección del restaurante no ofreció ninguna solución clara a los empleados, ni en términos de recursos humanos ni en cuanto a una posible recolocación. Esto es especialmente preocupante dado que, desde mediados de 2024, Robuchon Madrid carecía de un departamento de recursos humanos, lo que ha complicado aún más la gestión de la crisis.

Caída de otras estrellas gastronómicas

El cierre de Robuchon Madrid no es un caso aislado dentro del panorama gastronómico de la capital española. En los últimos años, varios chefs de renombre internacional se han visto obligados a cerrar sus restaurantes en Madrid, a pesar de contar con un reconocimiento destacado. Un ejemplo reciente es el cierre del restaurante de Martín Berasategui en el Club Allard, que ocurrió en noviembre de 2024. A pesar de haber sido galardonado con una estrella Michelin en 2024, el chef y el equipo de gestión del restaurante no lograron llegar a un acuerdo, lo que resultó en el cierre del establecimiento.

Aunque Madrid sigue siendo un epicentro gastronómico con una oferta diversa y de alta calidad, los proyectos ambiciosos que buscan replicar el éxito de otros restaurantes internacionales se enfrentan a retos enormes.

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