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Lo que te puede pasar si te haces la manicura continuamente: serio aviso de una experta

La manicura es una forma de cuidar y embellecer las uñas, pero también puede tener algunos riesgos si no se hace de forma adecuada o se abusa de ciertas técnicas. ¿Qué consecuencias puede tener para la salud de las uñas hacerse la manicura muy seguido y no dejarlas respirar? ¿Cada cuánto tiempo hay que hacerse la manicura? ¿Qué productos y herramientas se deben usar o evitar? Estas son algunas de las preguntas que muchas personas se hacen a la hora de lucir unas manos bonitas y cuidadas de modo que vamos a darle la respuesta a través de una experta, que explica además lo que te puede pasar si te haces la manicura continuamente.

Lo que te puede pasar si te haces la manicura continuamente

Llevar una bonita manicura que además sea de unas uñas bastante largas (la influencia de Rosalía se sigue notando) es algo que marca tendencia, pero tampoco podemos abusar de ello. Todos los expertos manicuristas coinciden en dejar que las uñas «respiren» un poco ante la aplicación de geles y otros productos que se suelen utilizar para crear todo tipo de manicuras, pero lo cierto es que son cada vez más las personas que apuestan por las uñas ya no solo semipermanentes sino permanentes, lo que lleva a estar semanas y semanas llevando una manicura que a la larga puede afectar a la salud de nuestras uñas.

De forma especial desde 20 minutos ha hablado Rosi Fernández, directora del salón de belleza Ananda Ferdi, que ha dado su opinión como experta en manicura. Según ella, el tiempo que debe pasar entre manicura y manicura depende del estado de las uñas y del tipo de manicura que se elija.

“Si tienes unas uñas fuertes y sanas y te retiras el esmalte de manera adecuada, sin dar tirones ni retirar las capas superiores de la uña y con productos específicos no pasaría nada y podría repetirse semanalmente o cada 10 días, o incluso cada quince días”, explica Fernández.

Sin embargo, si se opta por técnicas como la manicura permanente, semipermanente, la de gel o acrílica, hay que tener más cuidado, ya que pueden dañar la uña si no se aplican o se retiran correctamente. Estas técnicas utilizan sustancias químicas derivadas del petróleo llamadas acrilatos, que pueden provocar reacciones alérgicas en la piel alrededor de las uñas, como inflamación, enrojecimiento, picor o pequeñas vesículas.

Además, estas técnicas pueden debilitar la uña si se usan con mucha frecuencia o durante mucho tiempo, ya que impiden que la uña respire y reciba los nutrientes necesarios. Por eso, es importante dejar descansar las uñas entre una manicura y otra, y aplicar productos hidratantes y fortalecedores para recuperar su salud.

“Lo ideal sería dejarlas respirar al menos una semana al mes”, recomienda Fernández. “También hay que hidratarlas mucho con aceites específicos para cutículas y uñas y usar bases endurecedoras o reparadoras antes de aplicar el esmalte”, añade.

Qué debemos evitar al hacernos la manicura

Asimismo, Fernández aconseja evitar el uso de limas metálicas o cortaúñas, ya que pueden dañar la estructura de la uña y favorecer su rotura o descamación. En su lugar, se debe usar una lima de cristal o cartón, y limar siempre en la misma dirección.

Por último, Fernández destaca la importancia de elegir un salón de belleza profesional y de confianza para hacerse la manicura, ya que así se garantiza una correcta higiene y esterilización de los instrumentos y una buena calidad de los productos.

Es mejor invertir un poco más en un buen servicio que arriesgarse a sufrir infecciones o alergias por ahorrar unos euros”, concluye.