La sombra de ETA

El Gobierno vasco subvencionó una fundación dirigida por etarras que enaltecía sus asesinatos

fundación etarras
El Gobierno vasco que preside Urkullu subvenciona por la memoria histórica a la fundación Iratzar, en cuya cúpula está la que fue jefa internacional de ETA, Elena Beloki
Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

La fundación Iratzar, vinculada a Bildu y dirigida por condenados de ETA como la que fuera jefa del aparato internacional de la banda, Elena Beloki, lleva años cobrando dinero público del Gobierno vasco PNV-PSOE al amparo de la memoria histórica, ahora rebautizada como ley de Memoria Democrática por los socialistas de Pedro Sánchez de acuerdo con los proetarras de Bildu, entre otros socios parlamentarios. Estas subvenciones en concreto se le conceden a Iratzar pese a que la ideología de la fundación, la misma que ETA, aboga por romper la actual democracia constitucional. Para mayor escarnio, una de las subvenciones que Iratzar ha cobrado al amparo de la memoria democrática la ha utilizado para ensalzar las agitadas décadas de los 60 y 70, las que denomina como «primavera vasca», justo los años en los que ETA despegó como mafia criminal.

A partir de 1975, muerto ya Franco, es cuando más asesinó la banda. De hecho, ETA alcanzó su récord de asesinatos en el trienio 1978-1980. Esto no ha sido impedimento alguno para que el Gobierno PNV-PSOE de Íñigo Urkullu decidiera subvencionar a Iratzar para financiar un proyecto de divulgación sobre esas dos décadas denominadas «Primavera vasca» por la fundación dirigida por condenados de ETA.

Comunismo totalitario

En esos 20 años se disparó la conflictividad política y social en el País Vasco con el crecimiento de ETA. La banda terrorista asesinó a un total de 226 personas. Pero ni la condena de ETA ni el recuerdo de las víctimas de sus crímenes entran dentro de los fines de esta fundación dirigida por etarras, que a lo que se dedica es precisamente a mantener vivo el ideario comunista, totalitario e independentista que la banda quiso imponer a sangre y fuego.

Según la documentación oficial a la que ha tenido acceso OKDIARIO, desde al menos el año 2017 se ha ido beneficiando de ayudas que convoca el Gobierno vasco para financiar a asociaciones y fundaciones que «impulsen valores y principios democráticos» con los que contribuir a la «convivencia» a partir de la «recuperación y conservación de la memoria histórica».

Iratzar es una fundación nacida de los estertores de ETA, hija de la hoja de ruta que marcaron los etarras antes de declarar la disolución de la banda: establecieron que, derrocada su lucha armada, tenían que explotar la instrumentalización de la política para seguir combatiendo al régimen constitucional desde las instituciones. Así nació Sortu, que sustituyó a la ilegalizada Batasuna; y Sortu creó la fundación Iratzar para mantener vivo y promocionar el totalitarista comunismo etarra, al tiempo que promovió la fusión con otros partidos abertzales para tejer la coalición Bildu, a la que el PSOE ha convertido en uno de sus aliados preferentes y actor decisivo en la gobernabilidad de España.

2,43 millones de dinero público

Como ha destapado en exclusiva OKDIARIO, la fundación Iratzar ha cobrado en cinco años 2,43 millones de euros de dinero público. Su directiva la ocupan, entre otros, además de Elena Beloki, los condenados por su vinculación a ETA Floren Aoiz y Joseba Permach.

Las subvenciones del Gobierno vasco que financian a esa fundación como si fuera un legitimado agente de la memoria democrática las gestiona el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, organismo que durante varios años dependió directamente de la presidencia del Gobierno vasco que ocupa Íñigo Urkullu (PNV), y después de su Consejería de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. Al frente de este departamento estuvo la peneuvista Beatriz Artolazábal entre septiembre de 2020 y el pasado febrero, cuando fue el puesto lo asumió Nerea Melgosa, también del PNV.

La fundación Iratzar dirigida por etarras condenados ha recibido subvenciones de memoria histórica del Gobierno vasco, como mínimo, en 2017, 2018, 2019 y 2020. Esta línea de subvenciones reparte ayudas de pequeño importe entre las asociaciones y fundaciones beneficiadas. En el caso de Iratzar, en esos cuatro años ingresó 11.154 euros por esta vía.

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