Investigación

Juan Carlos I pagará más de un millón en abogados para defenderse de la demanda de Corinna en Londres

Juan Carlos I tendrá que desembolsar más de un millón de euros para cubrir la minuta del despacho de abogados Clifford Chance que representa al ex monarca en la demanda que Corinna Sayn-Wittgenstein presentó ante el Tribunal Superior de Londres por acoso extremo y vigilancia ilegal.

El ex monarca español no escatimó medios a la hora de elegir su defensa, ya que Clifford Chance es uno de los bufetes más caros del Reino Unido. Con 3.400 empleados y 31 oficinas repartidas en 23 países -incluida España- sólo en 2020 tuvo unos ingresos de más de 2.000 millones de euros.

Pero, si como ha informado un diario español, Juan Carlos I sólo estaría dispuesto a regresar a España después de que la Casa Real le permita fijar su residencia en el Palacio de la Zarzuela y de que el Estado se comprometa a concederle una asignación económica para poder sobrevivir, no se entiende cómo el Rey emérito piensa pagar la minuta millonaria del bufete londinense.

Según la información publicada, Juan Carlos habría comentado a su círculo de amistades que carece de fondos para vivir, desde que su hijo, el Rey Felipe VI, le retirara en el verano de 2019 la asignación de la Casa Real próxima a los 200.000 euros anuales. Era una de las consecuencias de las informaciones publicadas por OKDIARIO sobre el patrimonio oculto del emérito en sociedades offshore panameñas y Fundaciones como Zagatka o Lucum. Todas ellas figuran en las investigaciones del fiscal de Ginebra, Yves Bertossa.

La versión de los allegados de Juan Carlos I sobre su patrimonio no encaja con la valoración que hizo en su día el New York Times sobre la riqueza del ex monarca que, según el diario estadounidense, superaba los 2.000 millones de euros. Tampoco guarda relación con las cuentas bancarias abiertas en Ginebra por los testaferros suizos.

Se desconoce, por tanto, la identidad o identidades de las personas que han podido pagar, en nombre de Juan Carlos, la provisión de fondos de los emolumentos del bufete londinense, o se ha comprometido a liquidar la factura final cuando concluya el proceso judicial. La política de Clifford Chance elude cualquier comentario sobre sus clientes y, mucho menos, sobre las relaciones contractuales con ellos, según el estudio jurídico británico

Siguiendo la versión del círculo juancarlista, el ex jefe del Estado tendría que hurgar una vez más en los bolsillos de sus amigos a fin de reunir el dinero necesario para pagar la factura de los abogados londinenses. No es la primera vez que empresarios de su entorno han cubierto los gastos del emérito, siempre bajo el halo de la sospecha, como sucedió cuando vio obligado a regularizar su situación fiscal con la Agencia Tributaria española.

En primer lugar, fue su primo Álvaro de Orleans, quien pagó de manera altruista más de 8 millones de euros, según su versión, por los contratos de los jets privados con Air Partner utilizados por Juan Carlos para viajar por todo el mundo. El Rey emérito se vio obligado a abonar a Hacienda más de 4 millones por pagos en especie por las prestaciones económicas que obtuvo de la Fundación Zagatka, entre 2009 y 2018. En cinco de esos ejercicios era Rey de España.

Los financiadores del ex monarca

Para afrontar su regulación con el fisco, Juan Carlos -ya viviendo en Abu Dhabi- contó con la ayuda de 12 empresarios españoles que depositaron el dinero en Hacienda. Según ha podido saber OKDIARIO las 12 personas que prestaron supuestamente el dinero al Rey emérito, están siendo investigadas por el Ministerio Público y no se descarta que puedan derivarse responsabilidades penales si alguno de ellos actuó de pantalla.

“Con todos esos antecedentes resulta cada vez más difícil que los empresarios ligados históricamente a Juan Carlos se arriesguen a nuevas investigaciones”, comenta un financiero que perteneció al círculo del Rey emérito.

Y, en segundo lugar, en diciembre pasado, Juan Carlos se vio obligado a depositar en las arcas de Hacienda casi 700.000 euros por el uso de las tarjetas de créditos opacas que le facilitaba el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause. En aquella ocasión, el ex monarca echó mano a su propio patrimonio y no necesitó la ayuda de sus allegados.

Una fuente de la Fiscalía manifestó a OKDIARIO que con el pago de la minuta londinense se podría producir una operación similar a la de las tarjetas de crédito o el pago de los jets privados: un amigo abona el montante de la factura y, después, percibe el dinero en metálico o por medio de una transferencia de una cuenta secreta de una offshore de un paraíso fiscal.

La supuesta falta de liquidez de Juan Carlos chocaría con los movimientos bancarios de las sociedades opacas en entidades financieras suizas, creadas por los testaferros Arturo Fasana y Dante Canonica y el primo de Juan Carlos I, Álvaro de Orleans. Concretamente, los movimientos bancarios de los ejercicios 2015 y 2016 de una de las cuentas corrientes de Fondation Zagatka ha sido lo que ha llevado a la Fiscalía del Tribunal Supremo a prorrogar por otros seis meses el periodo de investigación de los bienes del Rey Emérito.