Investigación
EXCLUSIVA MUNDIAL / PRIMERA ENTREVISTA EN FORMATO TV (3ª PARTE)

Corinna: «Sanz Roldán envió al ex Rey a mi casa con un micro oculto en un pin con la bandera de España»

–Eduardo Inda: ¿Cuándo fue la última vez que habló usted con el Emérito? Creo que fue en marzo de 2019…

–Corinna Sayn Wittgenstein: Así es. Vino…

–E. Inda: ¿Cómo fue la reunión?

–Corinna: Vino a Londres, a nuestra casa. Me había llamado para decirme que pensaba que debíamos hablar. Yo acepté. Mi hijo y yo lo recibimos de buena fe. Pensamos que había venido a hablar sobre poner fin a esta larga campaña de abuso y acoso contra mí. Por desgracia creo que nos equivocamos. En cuanto entró… porque entró ya con un hombre que sin duda no era su secretario personal. Cuando le pregunté a ese hombre si era su secretario personal, no pudo contestarme. Insistí varias veces y se le veía muy incómodo. Al final vino a admitir que sólo acompañaba al Rey en misiones especiales. Mi personal de seguridad –puse seguridad en aquella ocasión concreta porque no me sentía muy segura– era un tío israelí muy listo. Suelen ser muy buenos. A él le parecía sospechoso también.

Aquella actitud puso a Corinna en guardia hasta el punto de que le prohibió al acompañante pasar al salón de su residencia londinense. La ex de Juan Carlos se temía lo peor. También le frenó el comportamiento de Juan Carlos:

–Corinna: El Rey llevaba un pin en la solapa, como una bandera de España, y se comportaba de forma muy rara. No hacía más que echarse hacia delante y preguntarme lo que quería. Así que le pregunté: «¿Estás aquí para hablar de una salida pacífica, constructiva y digna a esto para nuestras familias, o ha preparado el general [en referencia a Félix Sanz Roldán] esta visita?». Me respondió enigmáticamente. Primero empezó a decirme que el general era su mejor… mayor protector, un amigo íntimo… Y después dijo que sin el general… –e hizo un gesto muy raro con la mano– él estaría… Eso fue lo que nos indicó. De pronto me preocupó de veras que el general podía estar usando al ex rey de España como espía. Había venido a Londres con un micrófono oculto, como todos los demás, para tender una trampa a su ex novia. Pienso que a Juan Carlos no se le daba nada bien jugar a ser 007 porque fue simplemente una situación embarazosa y nos quedamos atónitos de adonde habían llegado las cosas.

–E. Inda: ¿Le habló de OKDIARIO en esa visita de 2019?

–Corinna: Quiso hablar con mi asesora de comunicaciones, Salamander, porque quería saber los nombres de los periodistas españoles que hacían preguntas inconvenientes. Lo hizo de tal modo que era casi: «Danos los nombres y nosotros nos ocupamos de ellos»; así que Salamander fue muy diplomática. Respondió a su llamada y le dijo que los medios de todo el mundo estaban haciendo preguntas y que no había nadie en particular.

El Rey Emérito Juan Carlos I (Foto: AFP).

–E. Inda: ¿Cómo era Juan Carlos en un día normal?

–Corinna: En un día normal creo que siempre lo recuerdo sumamente relajado y muy divertido fuera de los confines del protocolo palaciego. Un muy buen sentido del humor, muy deportista y muy llano.

En aquella visita al domicilio de Corinna, Juan Carlos almorzó con ella y con su hijo Alexander, a quien trataba como a un descendiente más de la familia Borbón. Parte de los 65 millones de euros de la donación eran para él. De ahí que el ex monarca firmara un testamento en vida.

Tras la separación de Corinna de Juan Carlos, el entonces Rey siguió visitando a Alexander en Londres y todas las Navidades le enviaba un regalo. Generalmente, un reloj suizo de alta gama.

Incluso, el viaje a Botswana fue organizado como un premio para Alexander a fin de que conociera una cacería en África.