Investigación
'BÁRBALEAKS' (XLVIII)

La actriz presumía de «quitar de en medio» al Rey: «Los españoles sabrán en manos de quién están»

«Los españoles sabrán en manos de quién están». Con estas palabras la actriz Bárbara Rey presumía de «quitar de en medio» al Rey emérito Juan Carlos I. En una de sus conversaciones grabadas en la década de los 90, la vedette amenazaba al monarca con desenmascararle ante la opinión pública. Fuentes consultadas aseguran que Bárbara Rey sabía que los servicios secretos de entonces —el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), hoy CNI— estaban escuchando sus conversaciones, por lo que mandaba mensajes al Rey en forma de chantaje.

Una de las mencionadas conversaciones es del siguiente tenor: «A ese ejemplo mundial [Juan Carlos I] que tendrían que seguir todas las coronas del mundo y todas las instituciones que hay repartidas por el mundo, que cada día van siendo menos y es posible que dentro de muy poquito tiempo todavía sean menos… Esa gente que se den cuenta y que comparen y que vean de verdad en manos de quién están. Y ya lo sabrán el día de mañana, en manos de quién han estado. Y entonces, quizá en aquel momento, que yo no estaré en este mundo para verlo, pero creo que desde otro mundo se puede ver, tendré una satisfacción, y si no, mis nietos, o mis bisnietos o quienes sean, verán quién era su abuela y verán quién era este señor. Verán quién era el Rey de España y cómo se ha comportado con los españoles».

Bárbara Rey se pronunciaba sobre la continuidad de la Monarquía como institución, algo que preocupaba al Rey emérito en exceso para que su hijo Felipe VI pudiera reinar en un futuro. La artista de variedades le decía a su interlocutor que cada vez eran menos en el mundo y amenazaba a Juan Carlos I con que las generaciones futuras sabrían quién era en realidad. Sin embargo, no daba datos sobre él.

Bárbara Rey y Arriazu

La conversación que mantiene Bárbara Rey en la que critica la actitud de Juan Carlos I se produce con el periodista Santiago Arriazu. La actriz desveló que fue Arriazu quien se puso en contacto con ella para conseguirle trabajo. Sin embargo, el periodista actuó como intermediario en el chantaje al Rey. «Santi me dice que ha llegado a un acuerdo y le van a dar lo que resta de los 100 millones que había prometido su majestad y que me van a hacer un contrato de trabajo», reconoció Bárbara ante las cámaras de Telecinco. 

Santiago Arriazu fue una figura clave de la prensa del corazón en los años 90. Trabajó en la revista ¡Hola! junto a Jaime Peñafiel y juntos crearon después una publicación llamada La Revista. Tras este proyecto dejó el periodismo de forma abrupta y ahora está en paradero desconocido sin querer pronunciarse sobre los audios de Bárbara Rey con los que hace décadas negoció comercialmente. Arriazu tuvo conversaciones con los servicios secretos para pagar a Bárbara Rey por su silencio e incluso llegaron a organizar la destrucción –a cambio de dinero– del material que preocupaba al entonces Rey.

Según relató en Mediaset la ex mujer de Arriazu, Danielle, llegaron a su casa dos miembros del CNI y, como no podían borrar las cintas, su marido las cogió y las quemó en la barbacoa. «En ese momento, le dieron a Bárbara una bolsa de deporte con 50 millones de pesetas», dijo Danielle ante las cámaras asegurando que la vedette no sólo cobró 50 millones. «El CNI le dijo que, para que no se lo gastara todo, le daban aquel dinero como pago inicial, y cada mes le ingresarían cinco millones, hasta llegar a los 500 millones», matizó. 

De nada sirvió la destrucción del material porque Bárbara Rey hizo decenas de copias que repartió entre sus personas de confianza para que las custodiasen. Su hijo, Ángel Cristo, recibió parte de esta documentación y desveló las fotografías inéditas de Bárbara Rey y el Emérito. Una revista holandesa fue la primera en publicar este material. Tras ello, OKDIARIO publicó fotografías inéditas de ambos y los audios grabados por la propia vedette en citas íntimas con el entonces Rey, con quien mantuvo una relación intermitente durante 20 años. Ahora, tres décadas después de esos encuentros, los audios de Bárbara Rey ven la luz.