El narco Padín: «Garzón me torturó para acusar a un capo de ‘los Charlines’ en la Operación Nécora»
En declaraciones exclusivas a OKDIARIO, el testigo protegido de la ‘Operación Nécora’, Manuel Fernández Padín, asegura que Baltasar Garzón le «torturó y chantajeó» para que acusara durante la instrucción a Manolito Charlín Pomares, narcotraficante gallego perteneciente al «clan de los Charlines».
Tras declarar en Pontevedra, recuerda Fernández Padín, su caso llegó a manos del magistrado de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, que luego se inhibió en favor del juzgado de Garzón. «Él me pidió para la ‘Operación Nécora’».
«Tras asumir el caso, Garzón me empezó a llamar a declarar a la Audiencia, dos veces me citó para comparecer sin abogado. Lo justificaba diciéndome que iba en calidad de testigo, pero yo estaba imputado y además tenía derecho igualmente a tener un abogado presente».
Según el narco «arrepentido», en una de esas declaraciones ante Garzón, éste le dijo que si colaboraba en la investigación «tendría un billete de avión a cualquier parte del mundo, protección para mi familia y yo ingresaría en la prisión de seguridad de las Islas Canarias».
Sin embargo, Fernández Padín afirma que a continuación el ex juez de la Audiencia Nacional le propuso un peculiar ‘pacto de caballeros’: «Me dijo que tenía que acusar a Manolito Charlín Pomares como el cerebro de una de las operaciones de descarga de droga en las que participé. Yo me negué».
Fue entonces cuando el testigo protegido asegura que fue víctima de «tortura y chantaje»: «Como no quise acusar a Manolito Charlín me mandó al calabozo unos 15 o 20 minutos para ‘reflexionar’. Fue una tortura, una tortura psicológica y un chantaje para que yo involucrara en la ‘Operación Nécora’ a este capo de los Charlines».
«Tras permanecer en el calabozo, subí al despacho de Garzón. Accedí al chantaje y dije ‘sí, Manolito participó en la descarga de droga’. Entonces, Garzón me dijo que lo tenía que firmar por escrito y yo me negué definitivamente. Le contesté que me daba igual que me condenara a 500 años de cárcel. Yo sabía con quién podía jugarme la piel y que no podía poner en juego la seguridad de mi familia». «Garzón ya prevaricaba antes del caso Gürtel. Si yo le hubiera acusado como quería Garzón, le hubieran caído 20 años de cárcel», concluye.
«Garzón ya prevaricaba antes del caso Gürtel»
El narco “arrepentido” dice no tener miedo a que el ex juez se querelle contra él y asegura que estaría encantado de mantener las acusaciones en sede judicial. Sobre su testimonio en la ‘Operación Nécora’ se muestra tajante y rotundo: “Me reafirmo en todo lo que dije, fue la verdad y no cambiaría ni una coma. Mi caso es diferente al de Ricardo Portabales. Ya va siendo hora de que se conozca la verdad”.
“Nos dejó tirados”
Manuel Fernández Padín explica a OKDIARIO que después de que Baltasar Garzón utilizara sus declaraciones y las de Ricardo Portabales para fundamentar sus acusaciones en la “Operación Nécora” y llevar a juicio a casi medio centenar de supuestos narcos, el ex juez y el ministerio del Interior les «dejó tirados”.
Tras declararnos testigos protegidos durante la investigación, nos proporcionaron “escolta, un sueldo mensual y alojamiento, sin embargo, en el año 2010, nos quitaron todo. La policía nos dijo que esto no podía durar toda la vida. Por el momento, los narcos parece que han decidido dejarme vivo” afirma escéptico.
«Desde entonces, malvivo como puedo junto a mi esposa y mis hijos con una pensión no contributiva de 360 euros mensuales y un trabajo por horas de mi mujer».
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