Internacional

La UE desprecia a Leopoldo López y Guaidó: «No representan a la oposición»

La Unión Europea defiende que se dan las condiciones para enviar una misión de observadores electorales a Venezuela. El camino emprendido por el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, hace semanas para negociar con la dictadura la presencia de observadores, da un nuevo paso con el desprecio de las instituciones europeas a dos figuras clave en la oposición venezolana: Leopoldo López y Juan Guaidó.

La UE asegura que el rechazo que han mostrado los dos opositores –a los que llama disidentes– no representa a toda la oposición venezolana. «Las visiones expresadas por Guaidó y López no se corresponden con la de Voluntad Popular que no se ha expresado en contra. La mayoría de la oposición en la Plataforma Unitaria quiere ir a las elecciones. Habrá que prestar más atención a los que participan en los comicios que van a estar en riesgo», han señalado fuentes comunitarias, en respuesta a las críticas de ambos opositores que alegan que no se dan las condiciones mínimas en Venezuela y que la misión europea beneficiará al régimen de Nicolás Maduro.

La decisión de enviar una misión de observación a las elecciones regionales y locales del 21 de noviembre no se ha encontrado con obstáculos entre los Veintisiete o los grupos del Parlamento Europeo y se ha constatado, según las mismas fuentes, el interés de los principales actores en el país sudamericano, incluida Voluntad Popular, la formación de Juan Guaidó y Leopoldo López.

La diplomacia comunitaria rechaza sus tesis y señala que las elecciones van a contar con la participación mayoritaria de la oposición. Además, la UE ve positivo poder contribuir, a través del centenar de observadores que seguirán el proceso electoral en el terreno, a garantizar la seguridad y la limpieza de los comicios.

De todos modos, en Bruselas reconocen que mandar una misión de observación a Venezuela por primera vez desde 2006 entraña «riesgos políticos», además de «logísticos y físicos». Pero defienden que servirá para proteger los intereses de los demócratas venezolanos y para mejorar las condiciones de los comicios.

«No hay agenda oculta, ni intento de dañar a una u otra facción», ha señalado un alto cargo europeo, reiterando que la iniciativa va en línea con la intención de los Veintisiete de promover una salida política a la crisis venezolana.

Como telón de fondo, se encuentran las negociaciones entre Gobierno y oposición en México, iniciadas a mediados de agosto y que ya han conseguido un acercamiento de posiciones, además de una nueva era en la Casa Blanca con la llegada de Joe Biden. Aunque Estados Unidos mantiene una posición más asertiva hacia Caracas tampoco se ha expresado en contra de la iniciativa europea, algo que en Bruselas consideran que genera espacio para avanzar en la salida política a la crisis social, económica y política que atraviesa el país.

Acuerdo con Caracas

El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, anunció esta semana la decisión de desplegar observadores en las elecciones, el paso se dio tras culminar la negociación con Caracas en la que el bloque quería poner «negro sobre blanco» el compromiso de permitir el despliegue con los estándares internacionales.

Fue clave que Venezuela cambiara la ley de acompañamiento electoral, que de facto impedía la presencia de observadores, y negociara un acuerdo administrativo que dejará participar a observadores en distintos puntos del país siguiendo los procedimientos habituales de otras tareas de observación electoral.

Ahora queda por ver el papel del Parlamento Europeo, que debe decidir si envía una delegación de parlamentarios. Habitualmente refuerza la observación técnica enviando a un grupo de eurodiputados que ejerce labores de seguimiento durante la jornada electoral, dando peso político a la misión. La decisión está en manos de los grupos políticos presentes en el grupo de Apoyo a la Democracia y Coordinación Electoral de la Eurocámara.

La UE ya intentó sin éxito seguir las elecciones a la Asamblea del pasado diciembre, entonces las negociaciones contaron con poco tiempo y fracasaron. En esa ocasión la oposición no acudió a los comicios, dejando todos los órganos institucionales en poder del chavismo y en una posición complicada a Guaidó como presidente encargado.

En ese momento, el bloque optó por no reconocer la legitimidad de la nueva Cámara y, a su vez, dejó de considerar a Guaidó como líder interino de Venezuela, al expirar el mandato de la anterior Asamblea, aunque, por otro lado, reconoció al dirigente opositor y a los parlamentarios salientes como interlocutores válidos del bloque.