Trump y Carson no tienen rivales en un nuevo debate republicano sin sorpresas
Donald Trump centró una vez más la atención en un nuevo debate entre los precandidatos republicanos en el que defendió su propuesta de deportar a 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, opuesta a la que pelea en los tribunales la Casa Blanca, partidaria de dar papeles en su reforma migratoria.
Sus oponentes le advirtieron de que esa retórica va a conducir a la presidencia a Hillary Clinton, a la que dan como ganadora de la contienda demócrata. «Somos un país de leyes, necesitamos fronteras, necesitamos un muro. Se construirá y será exitoso», insistió el magnate en Milwaukee, lugar del careo entre aspirantes.
Trump, que no da un paso atrás en su estrategia, sigue con serias opciones de victoria pese a que en las últimas semanas destacados sondeos ponen por delante al neurocirujano retirado Ben Carson. Jeb Bush apenas amenaza a los primeros pese a los grandes recursos y apoyos con los que cuenta su campaña.
Un debate sin claro vencedor
La pelea dialéctica no fue la más brillante pero sí tuvo momentos animados, si bien no se espera que altere sobremanera el equilibrio de fuerzas anterior a su celebración, una mala noticia para Bush, que trata a la desesperada de acercarse a los puestos de cabeza, sin cuajar actuaciones notables hasta la fecha.
Hijo y hermano de presidentes y el preferido por el establishment del partido, intervino en varios intercambios, sin destacar siquiera de su ex alumno Marco Rubio, también descolgado. Sólo Trump y Carson ya acaparan la mitad de la intención de voto, con Rubio y Ted Cruz, jóvenes de origen cubano, tras ellos.