Internacional
Invasión rusa en Ucrania

El testimonio de un ucraniano desde el búnker: «Luchamos contra las armas y la propaganda rusa»

Hace una semana la vida de Maks cambió. Traductor de profesión, este ucraniano se dedica a trasladar comida, ropa o medicamentos desde la frontera hasta los pueblos más afectados por los misiles y los bombardeos rusos. «Ya bombardean todo, no sólo objetivos militares, guarderías y zonas residenciales», afirma. Ahora ayuda a sus compatriotas a sobrevivir. Maks nos hace llegar su testimonio desde el búnker donde se refugia con su familia. Con la voz rota por la impotencia lamenta la cruel desinformación del régimen de Vladimir Putin. «No sólo luchamos contra las armas rusas, también contra su propaganda», explica.

En su mensaje enviado a OKDIARIO, relata cómo opera para trasladar la ayuda humanitaria desde la frontera hasta los miembros de la defensa territorial. «Básicamente son civiles que protegen las entradas a las ciudades y a los pueblos pequeños. Necesitan cámaras infrarrojos, sacos para dormir y ropa de invierno», relata Maks.

Son días complicados pero Maks agradece la ayuda que llega desde nuestro país. «España nos está ayudando muchísimo y nos manda cosas desde Polonia. Gracias a Dios la frontera está abierta», afirma. «Gracias a Polonia que nos permite sacar a nuestros niños y mujeres, pero también nos ayuda a recibir armas para luchar contra Rusia».

Lucha contra la propaganda rusa

No obstante, contra lo que no pueden luchar es contra la incertidumbre constante. «Hemos pasado la noche relativamente bien. Digo ‘relativamente’ porque aunque aquí, más o menos, estamos a salvo, estamos muy pendientes de las noticias para saber si ha caído una bomba en la ciudad de mis padres o qué pasa en todo el país».

Y la tensión es constante. «Hay tiroteos, caen bombas, destruyen casas, matan a los civiles y es horrible», cuenta Maks. «Hoy he visto un fragmento de las noticias rusas contando que en Ucrania no pasa nada, que es una operación anti terrorista o que no hay bombas… y no se cómo reaccionar», explica. «No sólo luchamos contra las armas rusas, también contra su propaganda».