Internacional

Podemos es el único partido que no condena el golpe de Estado de Maduro en Venezuela

El Gobierno y los principales partidos, excepto Podemos, han expresado hoy su condena unánime ante la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela de asumir las competencias de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, y han exigido al presidente del país, Nicolás Maduro, rectificar esta decisión.

PP, PSOE y Ciudadanos han coincidido en tachar de «golpe de estado» y de «ataque a la democracia» lo ocurrido en el país caribeño, mientras que Podemos ha pedido preocuparse por las vulneraciones de derechos que hay en España.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha expresado su «profunda preocupación» por la situación de Venezuela y ha pedido «el restablecimiento pleno de las competencias del poder legislativo», «el escrupuloso respeto» al marco legal, así como un calendario que lleve a la celebración de elecciones.

Para el Gobierno, retirar las competencias a la Asamblea «no contribuye a la normalización institucional, ni a la necesaria cooperación entre los poderes del Estado» para hacer frente a la delicada situación del país.

«Son necesarias medidas políticas que promuevan la democracia, el diálogo y el reencuentro entre los venezolanos», ha demandando Exteriores en un comunicado.

A través de Twitter, el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido de que «si se rompe la división de poderes, se rompe la democracia», y ha defendido «la libertad, la democracia y el estado de derecho en Venezuela».

A pesar de la gravedad de la decisión del Supremo, la gestora del PSOE ha confiado «plenamente» en la labor «discreta, pero intensa», que está llevando a cabo el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero junto con otros mediadores internacionales.

Desde Elche (Alicante), Zapatero ha destacado la importancia de «mantener la confianza en las posibilidades de diálogo» al ser la única vía para «la búsqueda de acuerdos de confianza».

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha denunciado que lo ocurrido es «un auténtico golpe de estado» sobre el que «no caben ni comillas, ni buenismos, ni palabras huecas».

En la misma línea, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha convenido que se trata de «un golpe institucional en toda regla» y ha exigido al Gobierno de Rajoy que lidere la «presión internacional» contra el régimen chavista para que se convoquen nuevos comicios.

El portavoz socialista sobre asuntos iberoamericanos en el Congreso, Antonio Gutiérrez Limones, también ha hablado de «golpe de estado contra la democracia, las libertades y el futuro de Venezuela» que «dinamita el proceso de diálogo» del país y «abona el camino al incremento de la crispación social y política».

Podemos, sin embargo, ha afirmado que le «preocupa» lo sucedido en Venezuela, pero se ha desmarcado del resto de partidos en la condena de los hechos.

Su diputado Segundo González ha equiparado la situación en el país sudamericano a la condena a un año y un mes de cárcel a la tuitera Cassandra Vera por enaltecimiento del terrorismo.

«En este país, también tenemos que observar cosas en materia de derechos humanos», ha remarcado González.

El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero ha criticado a quienes quieren acabar con el chavismo: «La oposición pide al ejército un golpe de estado contra la sentencia del Tribunal Supremo por desacato. Otra vez a las andadas».

El líder de IU, Alberto Garzón, ha admitido que «no le gusta» que se haya despojado de competencias a la Asamblea Nacional y ha invitado a Gobierno y oposición a «normalizar» el diálogo y solucionar su enfrentamiento de manera «pacífica y democrática».

La ejecutiva del PNV ha lamentado que se hayan «usurpado» de forma «antidemocrática e injustificada» las competencias de la Asamblea.

La Fundación FAES, que preside José María Aznar, ha opinado que «no es un golpe de estado porque el golpe lo perpetró el chavismo hace tiempo», y se ha preguntado «qué más tiene que ocurrir en Venezuela para que haya un pronunciamiento claro y efectivo de solidaridad, personal y sobre todo política, con la oposición democrática».

El exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, que forma parte del equipo internacional de la defensa de líder opositor venezolano Leopoldo López, ha avisado de que si Iberoamérica y, en especial, España, «reacciona con indiferencia» y no toma medidas, «serán también responsables de lo que ocurra en Venezuela»