Maduro dice que la lluvia de huevos e insultos fue «una embocada deshecha por el pueblo»

Nicolás Maduro está muy enfadado por la lluvia de huevos que le cayó hace unas horas en San Félix, donde su baño de masas marchaba como la seda, con la televisión oficial emitiendo en directo, hasta que la cosa se torció y hasta la señal ‘se cortó’. Pero no pasa nada: el dictador ya tiene una versión de los hechos que vender.
Según él, tuvo un recibimiento «extraordinario» sólo manchado por una «emboscada» de la oposición que fue «deshecha» por el pueblo. «Algunas personas se volvieron locas, diciendo locuras», ha declarado Maduro a El Universal, obviando que muchos grabaron el momento con sus teléfonos y ni eran pocos ni la cosa paró.
El presidente se encuentra en su momento más delicado tras intentar un golpe de Estado arrebatando el poder a la Asamblea Nacional, única institución que no controla el chavismo. Las calles son escenario de un cuerpo a cuerpo desigual entre la policía del régimen y ciudadanos ya con poco que perder.
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