Un eurodiputado del PSOE fue el promotor de la resolución que elogió a Qatar
Cada vez más las sombras de sospecha del Qatargate se extienden dentro del Parlamento Europeo. De hecho, los parlamentarios que se reunieron el pasado 24 de noviembre para votar una resolución sobre los derechos humanos en Qatar se encontraron en un primer momento con un texto descafeinado, edulcorado que más que condenar las violaciones de los derechos humanos en el país árabe le felicitaba por unos supuestos logros. Así, recogía expresiones como: «el Parlamento Europeo elogia el papel de Qatar», «las reformas emprendidas en Qatar constituyen un ejemplo para la región del Golfo», «el Parlamento Europeo apoya los esfuerzos de Qatar…», «acoge con satisfacción la cooperación de Qatar…», «acoge con satisfacción el compromiso del ministro de Trabajo de Qatar…», «pide a las autoridades cataríes que prosigan sus esfuerzos» o «acoge con agrado la profunda preocupación manifestada por Qatar…».
Es decir, tan sólo incluyó en dos ocasiones el verbo «condenar» frente a las ocho veces que empleaba la expresión «satisfacción·», o las tres del «esfuerzo qatarí», otra para «elogiar» y una expresión final que «apoyaba a Qatar». Algo increíble para un documento que tenía en principio otra finalidad. El malestar que se generó en buena parte de los parlamentarios fue tal que se presentaron decenas de enmiendas que quisieron alterar la redacción inicial impulsada desde el grupo parlamentario socialista a través del eurodiputado español Ignacio Sánchez Amor, muy amigo de la eurodiputada socialista acusada por corrupción, Eva Kaili, a quien la Policía le incautó 150.000 euros en su domicilio y una maleta llena de billetes con la que su padre fue interceptado por la policía mientras intentaba escapar de Bélgica.
De hecho, en la mañana de la votación, la cuenta de Twitter del propio grupo socialista decía: «Hemos liderado las negociaciones de la resolución del Parlamento Europeo sobre las violaciones de derechos humanos en Qatar que se votarán hoy en el contexto de la Copa Mundial de la FIFA en curso. Nuestro negociador, Nacho Sánchez Amor tiene más detalles».
We have led the negotiations on the European Parliament’s resolution on #HumanRightsViolations in #Qatar that will be voted on today in the context of the ongoing FIFA World Cup.
Our negotiator @NachoSAmor has details👇https://t.co/BodRMBsbVp
— S&D Group (@TheProgressives) November 24, 2022
Sánchez Amor, el negociador
Ignacio Sánchez Amor es, actualmente, el portavoz en Derechos Humanos de los socialistas europeos bajo la presidencia de la también española Iratxe García. Ha sido durante casi siete años diputado en el Congreso por Badajoz, secretario de Estado de Política Territorial en el primer gobierno de Pedro Sánchez y eurodiputado desde 2019. En el comunicado que lanzaron los socialistas en los momentos previos a la votación de la resolución sobre Qatar, Sánchez Amor alentaba a Qatar a «continuar con las reformas significativas en materia de derechos laborales». Como ya informó ayer OKDIARIO, el responsable de Derechos Humanos de los socialistas europeos votó conjuntamente y al alimón con la eurodiputada detenida Eva Kaili para cada una de las enmiendas que pretendían tumbar el documento que precisamente él había preparado.
Hasta el momento, ni Sánchez Amor ni ninguno de los eurodiputados socialistas españoles han explicado por qué mantuvieron la misma línea en las votaciones que la griega acusada de corrupción y que precisamente contravenían los intereses de Qatar. Muchas de las votaciones que los socialistas apoyaron fueron contrarias a la línea discursiva que los mismos socialistas mantienen en España como puede ser la defensa de los derechos de los trabajadores o de los derechos humanos. Parecía que no estaban interesados en que se modificara ni una coma del texto preparado por Sánchez Amor.
La relación entre Sánchez Amor y su compañera arrestada, Eva Kaili, viene de lejos, desde que ambos llegaran por vez primera al hemiciclo de Bruselas. La última vez que coincidieron públicamente fue justo dos días antes de la detención de la griega, en la presentación de la Declaración de principios para la Observación Electoral Internacional, donde ambos participaron como ponentes bajo la presidencia del socialista español Josep Borrell.
Reacción de la extrema izquierda
La copresidenta del grupo de la Izquierda en el Parlamento Europeo, Manon Aubry, afirma que «el dinero qatarí compró la complacencia del Parlamento Europeo. Pedimos que esta resolución se someta a votación nuevamente y que nuestras propuestas se consideren sin interferencias extranjeras». La eurodiputada francesa solicitó el pasado 21 de noviembre que se votara en pleno un documento sobre la situación de los derechos humanos en Qatar. Los socialistas consiguieron llevarse a su grupo la redacción del documento inicial enfadando a sus colegas más a la izquierda y como Manon Aubry asegura, el embajador de Qatar ante la UE le pidió una cita «que rechacé, mientras que otros no tuvieron los mismos escrúpulos».
Aubry explica que cada grupo redactó inicialmente su moción, pero «me causó estupor el texto del grupo socialista. Ninguna condena a Qatar por organizar un sistema de explotación a muerte de los trabajadores y llena de elogios por los considerables esfuerzos de Qatar en materia de derechos humanos y servir de ejemplo para los países del Golfo. Fue impresionante».
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