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Este es el protocolo que se sigue cuando se muere un Papa

Benedicto XVI ha muerto como Papa Emérito, una diferencia importante con el actual Papa Francisco, que marca el protocolo que sigue cuando muere.

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  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Benedicto XVI ha muerto como Papa Emérito, una diferencia importante con el actual Papa Francisco, que marca el protocolo que sigue cuando muere. A lo largo de la historia hemos vivido estos episodios que han generado un protocolo propio que se va actualizando, aunque sigue estrictamente la tradición. Todo está perfectamente pautado, en un ritual que se seguirá con Benedicto XVI y que incluye un trato de sumo Pontífice que puede sorprender. Desde golpearle la frente con un martillo de plata hasta destruir el anillo que lleva, esto es lo que sucederá hoy.

Cuando muerte un Papa se sigue este protocolo

Una de las tradiciones y normas a la hora de seguir el proceso de la muerte de un Papa empieza nada más conocerse su fallecimiento. El Vaticano tiene preparado un martillo de plata, con él le golpean tres veces la frente mientras dicen su nombre. De esta manera se comprueba que ha muerto y se procede a seguir con las tradiciones.

Posteriormente le retirarán el anillo que lleva, el sello propio con el que firma los documentos. Automáticamente será destruido, se prensa con una maza hasta que ya no se puede distinguir la huella de este Papa. De esta manera se evitan falsificaciones, es un protocolo que marca el fin de un papado y que con Benedicto XVI también se deberá seguir al conservar todos los elementos propios de esta institución.

A diferencia de lo que sucedería con el Papa Francisco, el camarlengo no tiene que cerrar el estudio y la habitación de Benedicto XVI hasta la llegada de otro Papa. Es un ritual que impide que nadie toque nada, hasta que se elija sucesor, la llave se guarda con sumo cuidado para evitar cualquier elemento que interfiera al nuevo Papa.

Las campanas de San Pedro repican, doblan a muerto, tal como marca la tradición.  El cuerpo lo preparan para su conservación los forenses Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Roma. A continuación, lo vestirán de acuerdo con el atuendo propio de los Papas para que pueda ser expuesto.

Al difunto lo vestirán con la mitra blanca en la cabeza, la casulla roja, que representa el color del luto papal, pero también es la que utiliza cuando celebra misa, y el palio, una faja de lana blanca con cruces negras, símbolo de dignidad. Así se podrá ver por última vez a Benedicto XVI. Después el cuerpo se coloca en una triple caja, primero uno de ciprés, otra de plomo y una de nogal. Sobe este ataúd hecho especialmente para cada Papa se coloca un simple crucifijo y una Biblia abierta.