Para Estados Unidos la ayuda de Rusia a Siria es una cortina de humo
A Estados Unidos han comenzado a preocuparle en serio las ayudas que Rusia está prestando a Bashar Al Assad, hasta el punto de que el presidente Barack Obama ya parece haber decidido que es necesario hablar directamente y en persona con su homólogo ruso Vladimir Putin. Hasta ahora, sólo se habían producido contactos sobre este tema por teléfono, y en una ocasión.
Hace una semana Moscú apenas admitía que lo que estaba haciendo en Siria eran meros trabajos de asesoría, y ante las críticas están aumentando su nivel de críticas, acusando a los “fabricantes de la guerra” de sembrar el pánico. Rusia afirma haber “servido la mesa a quienes pretendan seguir luchando en serio contra el terrorismo”.
Rusia y Siria, fuertes aliados
Ocurre que Rusia es un fuerte aliado de Al Assad, de hecho lo han sido durante el último siglo en los momentos importantes del estado Sirio. Al Assad ha sido siempre enemigo de Estados Unidos, que ha apoyado a grupos rivales en Siria, pero mantener el equilibrio siempre ha sido complicado, puesto que ambos comparten un enemigo mayor, el Estado Islámico. Y para Rusia, la Siria de Al Assad es imprescindible para derrotar al ISIS.
“Es obvio que son nuestros mejores aliados para combatir a los terroristas y nosotros continuaremos apoyando al gobierno de Siria” ha declarado Putin en una visita estos días a Dushanbe, la capital de Tayikistán, antigua república soviética. Putin, además, presume de haber alcanzado un acuerdo con Damasco para dialogar con “la parte sana de la oposición” siria, en dialéctica de Al Assad.
Sospechando de las verdaderas razones de este renovado apoyo
Estados Unidos mantiene su preocupación y el encargado de Exteriores John Kerry sí que está manteniendo un contacto constante con su homólogo ruso Sergei Lavrov, pero aún se mantienen expectantes ante las verdaderas intenciones rusas. “No sería la primera vez en que las verdaderas motivaciones de Putin son difíciles de discernir, en ese país se toman las decisiones de una forma muy opaca” ha señalado el secretario de Prensa de la Casa Blanca Josh Earnest.
Existen sospechas, apuntan analistas norteamericanos, de que Putin está utilizando estos movimientos para desplazar la atención internacional de la crisis en Ucrania, y que aprovechará su presencia en Nueva York en la próxima reunión de Naciones Unidas este otoño para legitimarse como un luchador contra el terrorismo tratando de que el mundo olvide las crisis creadas por Rusia en Crimea y el Donbass ucraniano.